El alcalde de Nerja, José Alberto Armijo (PP) ha vuelto a pedir a la Junta de Andalucía que articule todas las medidas posibles para ayudar los agricultores que se vieron afectados por el incendio de Maro del 28 de noviembre. Este miércoles se ha reunido en el Ayuntamiento con el delegado territorial de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Junta de Andalucía, Fernando Fernandez Tapias, para mostrarle la necesidad de posibilitarlas con el fin de poder reponer las infraestructuras dañadas, entre ellas, algunos invernaderos. También para paliar las pérdidas sufridas en los cultivos.

En la reunión, en la que también estuvieron el secretario general de la delegación territorial de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Marina Berrillos, el concejal de Agricultura, Javier López (PP), la alcaldesa pedánea de Maro, Encarnación Moreno, y el director de la Oficina Comarcal Agraria de Vélez-Málaga, Sergio Gil, éste explicó que el informe de los daños en las cosechas e invernaderos “estará finalizado en los próximos días.

Al respecto, Armijo indicó que, “en tanto recibimos esta importante información, desde la concejalía de Agricultura se están trabajando para activar todos los mecanismos a nuestro alcance para ayudar a los agricultores más afectados”. Fuentes de la Cooperativa Sindical Agrícola Maro cifró los daños inicialmente en más de 300.000 euros.

Por su parte el delegado territorial de Agricultura, Ganadería y Pesca informó sobre la próxima convocatoria de ayudas autonómicas de apoyo a la modernización de las explotaciones agrarias, e incidió en la necesidad de tener contratado un seguro agrario que cubra los daños causados por incendios, señalando que desde la Consejería de Agricultura se incentiva su contratación mediante subvenciones.

Desde la delegación Territorial han insistido además en la obligatoriedad de cumplir con las normas en materia de prevención de incendios, solicitando debidamente el permiso para la quema de rastrojos en terreno agrícola, y han advertido que se debe extremar la precaución ya que sin estar en periodo de peligro alto, nos encontramos en plena sequía, lo que supone un riesgo importante.