Adolfo Izquierdo Caballero, arquitecto de Ronda con una larga trayectoria en la ciudad, presentó este martes un avance del proyecto diseñado para proponer la construcción de un enorme puente colgante que enlace ambas laderas de las cornisas del Tajo de Ronda.

Una propuesta a título individual que contempla una megainfraestructura de 267 metros de longitud y unos 150 metros de altura en su punto mayor, que considera que supondría un gran salto en la transformación de la ciudad.

Para este jueves, el arquitecto ha preparado una presentación, a la que ha invitado a todos los grupos políticos, con la intención de que el Ayuntamiento estudie si la propuesta sería asumible.

Izquierdo explicó que el puente supondría cerrar las uniones de la cornisa, tras los puentes árabe, romano y Puente Nuevo, y ofrecer una alternativa al peatón para llegar al casco viejo que conllevará el tener una imagen que hasta el momento no se obtiene, ya que durante ese paseo se vería toda la garganta del Tajo y su famoso Puente Nuevo en primer plano.

“Ahora todo el mundo busca algún lugar para poder ver el puente”, señala Izquierdo, que reconoce que su proyecto tendría un importante impacto sobre la imagen actual de la ciudad, pero en positivo, al igual que considera que ocurrió con la Torre Eiffel de París, la noria de Londres o el Guggenhein en Bilbao, que fueron transformaciones chocantes en un primer momento pero que ahora son símbolos de la sus ciudades y, en muchos casos, elementos transformadores, como fue el caso vasco.

Además, asegura que el caso de los puentes no son elementos diseñados para esconderlos, todo lo contrarios, “son para que se vean”, al tiempo que defiende que su idea supondría dar una solución a los problemas de movilidad existentes en estos momentos en la ciudad del movilidad existentes en estos momentos en la ciudad del Tajo y que crearon conflictos recientemente. Eso sí, no sería barata, ya que costaría 12 millones de euros.