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Época de castañas en el Valle del Genal

  • El apreciado fruto necesita de un trabajo previo “muy duro” para realizar su recolección manual

Dos recolectoras de castañas en plena faena.

Dos recolectoras de castañas en plena faena. / Javier Flores

No ha sido una temporada fácil. Así lo reconocen productores y trabajadores en la recolección de la castaña del Valle del Genal, la principal zona productora de Andalucía de este fruto. La plaga de la avispilla y las inclemencias meteorológicas han hecho que sea una campaña muy complicada, aunque la calidad de fruto, aseguran, está sido buena.

Las castañas son un producto muy apreciado y que se cuelan cada año en las grandes ciudades, ya que muchas siguen conservando la tradición de tener puestos que las venden tostadas;y hasta es posible encontrar colas en algunos de ellos.

La posición de trabajo para la recogida hacen muy dura la tarea. La posición de trabajo para la recogida hacen muy dura la tarea.

La posición de trabajo para la recogida hacen muy dura la tarea. / Javier Flores

Eso sí, antes de llegar a ver esta imagen hay que realizar un trabajo “muy duro” para su recogida, según relatan los propios recolectores. Manos pinchadas por los erizos que protegen las castañas, pendientes imposibles y una posición de trabajo muy incómoda son algunos de los ingredientes que componen un trabajo en el campo que en estas fechas llega a su fin.

“Los erizos pinchan mucho y el terreno es muy complicado, estás todo el rato subiendo y bajando, es lo más duro”, explican Sonia Sánchez y Pilar Romero, dos de las trabajadores de llevan ya varias campañas acudieron a los castañares de Pujerra para trabajar y así poder sacar un dinero extra para sus familias.

El transporte hasta la cooperativa se hace en vehículos todo terreno. El transporte hasta la cooperativa se hace en vehículos todo terreno.

El transporte hasta la cooperativa se hace en vehículos todo terreno. / Javier Flores

“Tiene que ser muy duro recoger castañas”, reflexiona Jorge, un vecino de Ronda que ha tenido este año la oportunidad de conocer de primera mano los trabajos de recogida en los castañares.

Y es que a la recogida manual que se realiza de las castañas que caen al suelo –una a una– hay que añadir la dificultad de transportarlas hasta un punto al que puedan acceder los vehículos para transportarlas hasta las cooperativas o los almacenes en los que se realiza la labor de recepción y envasado para su venta, ya que buena parte de la castaña del Valle del Genal terminará en el mercado europeo.

En muchas ocasiones los recolectores tienen que cargar sobre sus espaldas los sacos de castañas que han ido llenando y transportarlos andando por las empinadas pendientes en las que se encuentran enclavados los castañares.

“Hay que ir con mucho cuidado, es complicado”, matiza otro de los recolectores mientras traslada uno de estos sacos por una pronunciada pendiente por la que le cuesta caminar.

Descanso de una cuadrilla para reponer fuerzas. Descanso de una cuadrilla para reponer fuerzas.

Descanso de una cuadrilla para reponer fuerzas. / Javier Flores

El descanso para el bocadillo es un momento esperado. Un tiempo para contemplar el bello paisaje que les pone a prueba para su trabajo y, a la vez, para reponer algo de fuerzas; tras el pequeño momento de relax toca enfrentarse de nuevo a las castañas.

A todo ello este año se han unido las adversas condiciones climatológicas, que han hecho que se pierda una parte de la producción, y suponga importantes problemas para la recogida; ya que los días de lluvia durante este periodo han obligado que se retrase la recolección, lo que conlleva el problema añadido de que baje el precio al entrar castañas de otras zonas en el mercado.

En el Valle del Genal se producen unas de las castañas más tempranas del año, lo que supone una ligera ventaja a la hora de vender desde el inicio de la recolección.

La lluvia ha dificultado las labores de recogida de la castaña en plena campaña

En cuanto a sus usos, la castaña cuenta cada vez con más destinos, ya que, además de comerla fresca o tostada, también forma parte de un importante número de recetas gastronómicas e incluso su harina se utiliza para diferentes fines.

Existen varias empresas de producción de cerdos que además de alimentar a sus cerdos con la tradicional bellota durante la montanera también han introducido la castaña como parte del alimento para sus animales, dando de este modo un fin diferente a la castaña de un tamaño más pequeño, que no es apta para su comercialización directa.

Una vez finalizado el duro trabajo de recoger la castaña será el conocido como Bosque de Cobre el que tome el relevo para volver a deslumbrar a cientos de visitantes con su belleza natural y el color cobrizo que tomarán sus hojas.

En los paisajes de su interior los visitantes pasearán con asombro entre sus sombras y laderas, y quedarán atrás las horas de trabajo extremo para disfrutar del placer de tomar castañas. Allí quedarán los ‘‘quejíos’’ de esos trabajadores del campo que darán el relevo a los visitantes, a la espera de que el próximo año la temporada pueda ser un poco menos dura.

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