Sucesos

Cae una célula de narcos que escondían hachís y marihuana en naves y viviendas

  • Ocultaban la droga mientras preparaba su transporte a los mercados franceses y belgas

  • Compraban y alquilaban coches y camiones de gran tonelaje para distribuir la sustancia

La Comisaría de la Policía Nacional de Málaga

La Comisaría de la Policía Nacional de Málaga / Javier Albiñana

La Policía Nacional ha desarticulado una célula de narcotraficantes a gran escala dedicada al tráfico internacional de droga, principalmente marihuana y hachís. Han sido detenidas cuatro personas por su presunta implicación en los delitos de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal.

Entre los arrestados se encuentran el cabecilla de la red y un transportista. Los investigados guardaban en una nave industrial de Vélez-Málaga dos camiones, en uno de los cuales se hallaban escondidos 80 kilogramos de marihuana que pretendían distribuir de forma inminente, han indicado desde la Policía Nacional en un comunicado.

El entramado alquilaba viviendas y naves en las que ocultaba la droga mientras preparaba su transporte desde la provincia de Málaga hasta los mercados franceses y belgas. Además, compraba y alquilaba coches -caleteados- y camiones de gran tonelaje en la que ocultaba la droga. En una de las viviendas, situada en Marbella, los investigadores localizaron dos toneladas de hachís.

Entre los arrestados se encuentran el cabecilla de la red y un transportista

Los arrestados traficaban con marihuana y hachís, utilizando el mismo modus operandi para su distribución en los dos casos. El responsable de la célula realizaba una búsqueda de viviendas y naves industriales en alquiler para almacenar el estupefaciente y adquiría camiones de gran tonelaje.

Así, una vez logrados ambos propósitos, la droga era trasladada en vehículos pequeños y furgonetas caleteadas hasta estas ubicaciones antes de darle salida. Allí, la cargaban en camiones que posteriormente salían con destino Francia y Bélgica.

Obsesionados con la seguridad

La organización, obsesionada con su seguridad, actuaba en células estancas formadas por dos o tres personas; escondía la droga en sitios que sólo conocía un número muy reducido de sus miembros. Durante el transporte, el conductor del vehículo -camión, coche o furgoneta- desconocía el destino final del estupefaciente y las paradas previstas; además, carecía en todo momento de un patrón uniforme en cuanto a horarios y trayectos; manteniendo entre sus componentes contactos de dos o tres minutos de duración.

Las pesquisas condujeron a los investigadores hasta una nave en un polígono industrial en Vélez-Málaga, y desde allí a un camión en cuyo interior los agentes se incautaron de 80 kilos de marihuana. En el momento fue detenido su conductor, un hombre de nacionalidad española y con antecedentes por tráfico de cocaína.

En el operativo, que se llevó a cabo con el registro de la nave y dos viviendas relacionadas con los investigados, los investigadores detuvieron a otros dos miembros --dos hombres, un francés y un belga-- y aprehendieron casi dos toneladas de hachís. Días después era detenida una cuarta persona relacionada con los hechos investigados.

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