Continúan las aguas revueltas en la política esteponera que terminará el mandato con muy pocos en el lugar en el que lo comenzaron. El último movimiento se va a producir en las bancas populares. Ayer mismo el concejal Miguel Ángel López confirmaba que tiene intención, en los próximos días, de renunciar a su acta de concejal "por motivos estrictamente personales e ineludibles". Los comentarios y valoraciones ante la noticia no tardaron en producirse.

Muchas fueron las voces que apuntaron a discrepancias de López con el candidato a la alcaldía, José María García Urbano, que liderará las listas del Partido Popular de cara a las próximas elecciones ocupando el lugar que en los comicios de 2007 perteneció al actual presidente local, Ignacio Mena.

En los mentideros políticos la noticia corrió como la pólvora pero López se apresuró a cortar la mecha. Según dijo, "no hay discrepancias internas dentro de mi partido. De hecho, José María García Urbano es al único que quiero ver como alcalde", a lo que añadió que, a pesar de dejar su acta de concejal continuará conservando "los cargos orgánicos dentro del partido, acudiendo a las reuniones y colaborando en todas las actividades que se organicen".

Una vez se formalice la dimisión de López su sillón en el salón de plenos tendrá un nuevo dueño que será el tercero en este mandato. En primer lugar fue Ricardo Galeote el que lo ocupó, sin embargo, su imputación en el caso Gürtel le llevó a dimitir, pasando el relevo a López que ahora, según el orden de la candidatura de las últimas elecciones, se lo dejaría a Óscar Garín. Pero estas no han sido las únicas alteraciones que ha sufrido el grupo municipal popular. La dimisión de Silvia Cabrera, que actualmente está integrada en el equipo de gobierno como concejala no adscrita, dejó al PP con un representante menos. La citada edil aseguró que abandonaba la formación con la que concurrió a las elecciones "al no compartir la política" que se estaba desarrollando.