Beatriz Olmedo y Óscar Ramundo, concejales de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Benalmádena (Málaga), han solicitado la baja "de manera irrevocable" como militantes de la formación naranja en sendas cartas remitidas a la dirección nacional, después de que el partido les abriera expedientes de expulsión, al igual que hizo con el que hasta ahora ha sido su portavoz municipal, Bernardo Jiménez.

Ciudadanos ya comunicó la expulsión de Jiménez. No obstante, el propio afectado cuenta con un periodo para recurrir dicha decisión, algo que ya dijo que hará.

La formación naranja abrió expediente de expulsión a los tres ediles, entre otras cuestiones, por cobrar el mismo sueldo que los concejales del equipo de gobierno pese a estar en la oposición.

Tanto Olmedo como Ramundo, que no dejan sus actas de concejales, han criticado que haya "una dictadura de la dirección del partido" que "vulnera sus propios principios" y que ha ocasionado "la pérdida de sus valores democráticos".

Además, han denunciado que hay "extrañas presiones, insidias, nombramientos a dedo, injusticias, ausencia de democracia interna, agresividad de la dirección de la formación naranja en el trato con los cargos electos, y medias verdades".

Por todo ello, han solicitado la baja como militantes, motivada por la decisión del partido, "hasta el momento poco explicada", de expulsar a Jiménez, algo que tanto Olmedo como Ramundo han calificado de "gran injusticia", dado que "los motivos que han materializado su expulsión nada tienen que ver con los que aparecían en el expediente disciplinario que en su momento se le abrió".

Delito de injurias 

De igual modo, Olmedo, Ramundo y Jiménez han anunciado que han dado instrucciones a su representante legal para que valore si hay un delito de injurias en el origen de sus expedientes disciplinarios.

Olmedo y Ramundo han subrayado que, tras varios años trabajando en la creación del partido en la provincia, "son bien conocedores del trabajo y del empeño personal" que ha puesto Jiménez, "en detrimento de su negocio y de su familia, y en beneficio directo del líder de la formación, Albert Rivera".

"Así ni se hace equipo ni se crean bases sólidas ni se consolida un proyecto estable de futuro", ha advertido Olmedo a través de un comunicado.

Ambos ediles han criticado, de igual modo, el "pésimo" trato recibido por parte de la dirección del partido, a la que acusan de haberles dejado en situación "de total indefensión y desamparados".

Además, Ramundo ha cuestionado "la legitimidad democrática de unas nuevas estructuras orgánicas intermedias de control desconocidas hasta ahora, que después del 20 de diciembre han venido a modificar la forma de comunicarse con los órganos superiores y en los que se ha colocado a personas a dedo, incumpliendo los mínimos exigibles conforme a los estatutos del partido". Por su parte, Olmedo ha arremetido contra el secretario de Organización del partido, Francisco Hervías.

"Se ha puesto en tela de juicio la honorabilidad y honradez de todos nosotros, sin que ni siquiera se haya hecho una mínima comprobación acerca de los hechos denunciados", ha insistido Ramundo.

Por último, ambos ediles coinciden en sus cartas en que ya no se sienten identificados con los valores del partido ni con la forma en que trata a sus afiliados, razón por la que solicitan abandonar la militancia de manera irrevocable.

Mientras para Ramundo la causa definitiva para abandonar el partido parece ser su "decepción", Olmedo señala que "tiene la convicción de que el partido ha entrado en un proceso de grave degradación democrática".