Ronda

La ermita rupestre de la Virgen de la Cabeza de Ronda, un tesoro por descubrir

  • Ronda abre al público cada 15 días desde hace unos meses la ermita excavada en la Hoya del Tajo

Una visitante descansa en la nave que acoge la cripta y pinturas del siglo XVIII.

Una visitante descansa en la nave que acoge la cripta y pinturas del siglo XVIII. / Javier Flores

La ciudad de Ronda cuenta con un rico patrimonio que hace que miles de visitantes lleguen cada día para conocerlo. El Tajo, el Puente Nuevo sobre el conocido cortado, la plaza de toros... Referencias a las que se unen una larga lista de monumentos que la convierten en uno de los grandes destinos turísticos del interior de Andalucía.

La popularidad de todos estos atractivos turísticos contrasta con la existencia aún de algunos secretos en la localidad, que aunque forman parte del rico patrimonio local desde hace años, han permanecido escondidos a la mirada del visitante. Uno de ellos es la ermita rupestre (excavada en la roca) de la Virgen de la Cabeza.

Está excavada en la arenisca de la Hoya del Tajo, frente a la ciudad y su cortado

Una joya que perduró en el tiempo y que hoy sigue teniendo fines religiosos tras la recuperación de los cultos por parte de la Hermandad de la Virgen de la Cabeza de Ronda. Esta imagen fue en su momento elegida por el pueblo como su patrona frente a la designación oficial de la Iglesia en favor de la Virgen de la Paz propuesta por la aristocracia. Actualmente la ciudad sigue celebrando la romería en nombre de la Virgen de la Cabeza, que llega hasta este paraje.

Zona de las estancias de la ermita rupestre de la Virgen de la Cabeza de Ronda. Zona de las estancias de la ermita rupestre  de la Virgen de la Cabeza de Ronda.

Zona de las estancias de la ermita rupestre de la Virgen de la Cabeza de Ronda. / Javier Flores

Excavada en la arenisca de una ladera de la Hoya del Tajo se localiza frente a la propia ciudad y su imponente cortado. Su creación se vincula a alguna comunidad campesina instalada en la zona, siendo una auténtica joya por descubrir. Desde hace unos meses el Ayuntamiento de Ronda cumple con la obligatoriedad de abrir al público el monumento, visitable cada 15 días durante los fines de semana, con entrada libre.

Las instalaciones cuentan con varias naves y, además de las dedicadas al culto, también tiene espacios en los que vivía la comunidad que la construyó, así como zonas de almacenaje que necesitaban sus moradores. No obstante, su origen es confuso y tampoco se descarta que su construcción pudiese obedecer a representantes de la aristocracia de aquel momento, que solían crear comunidades religiosas al no estar obligadas al pago de impuestos.

Los técnicos del museo creen que la ermita puede ser anterior a la época emiral

En cuanto a su fecha de creación, aunque algunos expertos la fijan en el siglo IX, los técnicos del Museo de Ronda sostienen que puede ser anterior a la época emiral y que se prolongase su uso hasta la misma. Y es que creen extraño que en época islámica se creasen iglesias, por lo que se decantan por pensar que fueron expresiones de una religiosidad marginal, ya que en época visigoda, siglos VI-VII, no existía una iglesia institucional asentada.

Sobre sus características, la zona eclesiástica abarca una superficie de 272 metros cuadrados, estando compuesta por una nave principal en la que se incardina un altar. Adosada a esta nave se localiza un espacio menor que se identifica como sacristía. Existen también dos naves laterales, ambas con altar y una de ellas con acceso a la cripta. Según los técnicos del Museo de Ronda, la cripta pertenecería a una época posterior, probablemente, del siglo XVIII.

Pinturas rupestres en el ermita de la Virgen de la Cabeza de Ronda. Pinturas rupestres en el ermita de la Virgen de la Cabeza de Ronda.

Pinturas rupestres en el ermita de la Virgen de la Cabeza de Ronda. / Javier Flores

En el exterior de la zona de culto y habitación se localiza un gran silo para la conservación de alimentos y un espacio que a lo largo de la historia han tenido múltiples usos: albergue de ganado, lagar, etc.Las instalaciones también conservan pinturas que se datan en el siglo XVIII, porque se cree que en esas fechas pudo reactivarse el culto en la misma por parte de alguna comunidad de monjes, volviendo a dar vida a unas instalaciones religiosas que habían sido abandonadas y no tenían uso.

Todo el conjunto rupestre mozárabe tiene adosada una interesante capilla barroca donde se venera la Virgen de la Cabeza, motivo de una tradicional romería que se celebra cada mes de junio.

Un visitante observa una de las naves de la iglesia. Un visitante observa una de las naves de la iglesia.

Un visitante observa una de las naves de la iglesia. / Javier Flores

Además, los expertos del museo municipal también creen que el complejo podría contar con las dependencias en la zona alta en la que se encuentra un cortijo abandonado y en la zona baja de la cornisa. No obstante, todavía no se han realizado excavaciones arqueológicas directas en las zonas en las que se pueden acumular restos que arrojen un poco más de luz sobre los moradores de esta iglesia rupestre que sorprende a los visitantes que se animan visitarla, entre los que se encuentran muchos rondeños que no habían tenido la oportunidad de verla.

No es la única joya de este tipo que se conserva en Ronda, ya que en pleno casco histórico, en la plaza de la Oscuridad, existe otra iglesia rupestre. Son dos ejemplos que contrastan con la iglesia encontrada en el solar de la antigua Arunda, fechada en el siglo VII, con un cementerio añadido en el que se encontraron diferentes restos funerarios como monedas o jarras que indican que eran una comunidad con recursos económicos. Además, estos elementos permitieron datar su fecha de funcionamiento y constatar que en aquella época había en la zona este tipo de expresiones religiosas con iglesias.

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