El librero solidario
Antonio Jiménez 'Desnu' vuelve a ceder gratuitamente su local a una familia que iba a perder su vivienda
El librero solidario vuelve a dar ejemplo de su concienciación para ayudar a los que menos tienen. Antonio Jiménez, conocido popularmente en la ciudad del Tajo como Desnu (apodo que también daba nombre a su antigua librería), asistía el pasado lunes a la sesión plenaria en la que Ángeles Becerra exponía a la Corporación municipal la dramática situación por la que estaba pasado su hija, a punto de ser desahuciada de la vivienda que ocupaba ante la imposibilidad de hacer frente al pago del alquiler.
Tras finalizar el Pleno, Desnu no dudó un solo segundo en acercarse a la mujer y ofrecerle las llaves de su humilde local. Una proposición que llegó a extrañarle en un primer momento y que posteriormente no dudó en aceptar al comentarlo con su hija. "Tiene un corazón de oro", decía ayer Ángeles, al tiempo que agradecía un gesto que hará que su hija, su yerno y sus dos nietos (2 y 10 años) puedan tener una vivienda en la que poder esperar a que les otorguen una vivienda social o consigan mejorar la situación económica en la que ahora se encuentran. "Sin este gesto se habría roto la familia y cada uno habríamos tenido que tirar para un lado", afirma Carolina Ríos, que ayer se mostraba visiblemente emocionada al comprobar que el oscuro túnel en el se encuentra podría tener un salida momentánea mientras encuentra algo mejor. "Se ha presentado un ángel", afirmó Carolina, que ahora espera a que le ayuden con los materiales que necesitan para acondicionar el local y poder trasladar el hogar familiar que no quiere que se rompa bajo ningún concepto.
De hecho, ella misma siguió teniendo dudas sobre que fuesen ciertas las promesas que le habían hecho hasta que pudo ver con sus propios ojos el local y le entregaron las llaves. Y es que, a pesar de la grave crisis, no son muchos los ciudadanos dispuestos a ceder gratuitamente alguna de sus propiedades para ayudar a otros vecinos que están mucho peor que ellos. Precisamente, Antonio Jiménez vive con una pequeña pensión y la ayuda que recibe de diferentes instituciones, por lo que todavía resulta más llamativo su caso de solidaridad.
Mientras tanto, Carolina explica que ha tenido que recurrir a esta ayuda porque el resto de soluciones que le ofrecían desde los Servicios Sociales no podía aceptarlas, ante la imposibilidad de hacer frente al pago del alquiler una vez que terminasen los seis meses que desde el Consistorio se mostraban dispuestos a abonarle.
Por su parte, Antonio Jiménez insiste en dar publicidad a sus actos de solidaridad para tratar de despertar conciencias en otros rondeños que tienen mucho más que él. Así trata de conseguir que algún vecino pueda seguir su ejemplo y ayudar a alguna de las decenas de familias que se encuentran en una situación delicada y que podrían peder su vivienda.
También te puede interesar