Hace 25 años la Asociación Real Rehabilitación de Marginados de Antequera comenzó a cultivar maíz dulce y a venderlo en los cruces de carretera de la costa malagueña, como actualmente los inmigrantes venden pañuelos de celulosa. Con los años, este colectivo fue creciendo y hoy día son los únicos en toda la provincia de Málaga que cultivan este producto autóctono de la Vega de Antequera. Cuentan con ocho hectáreas de maíz y lo comercializan envasado en hipermercados de las provincias de Granada, Almería, Málaga, Madrid y Barcelona. "Al ser un producto natural tiene mejor calidad y contiene todas las propiedades del fruto", aseguró el responsable de la asociación, Fernando Paguillo, quién explicó que en la comarca de Antequera no se consume porque la gente no lo conoce.

Para darlo a conocer, la Asociación Real colocará mañana sábado un expositor en la I Feria de Productos Autóctonos Agrícolas y Ganaderos que se celebrará en la Plaza de Castilla de 11:00 a 20:00. Más de una treintena de empresas y entidades antequeranas se darán cita con el objetivo de promocionar los productos alimenticios originarios de Antequera, y en los que habitualmente el consumidor puede no reparar precisamente por su acostumbrado acceso a los mismos. De esta forma, también los tradicionales mantecados del Convento de las Descalzas se venderán por primera vez en su historia fuera del recinto conventual. Como actividad complementaria habrá degustaciones de productos de Alsur y de chivo lechal por parte del Restaurante Coso San Francisco.

La Asociación Real es una obra social enfocada a la rehabilitación de marginados desfavorecidos por adiciones o con problemas familiares, transeúntes, madres solteras, obras con misioneros y centro de formación. Parte de la rehabilitación se basa en terapia ocupacional en la que se ofrece talleres de herrería, carpintería, albañilería y mecánica. Además, se dedican a la agricultura y ganadería, y está en proyecto la construcción de un invernadero para producción hortícola. Asimismo, visitan a enfermos del hospital de Antequera para entretenerlos y acompañarlos durante unas horas.

El centro benéfico no cuenta con subvenciones, por lo que se autoabastecen con los productos que venden y realizando trabajos en casas particulares de Antequera, a raíz de lo aprendido en los talleres. "Es una forma de poder ayudar a los chicos", apuntó Fernando.