Los 14 trabajadores que fueron despedidos del parque eólico de Campillos el pasado abril deberán ser readmitidos en sus puestos, según la sentencia emitida por la juez encargada del caso. Los trabajadores comenzaron una batalla legal que ahora llega a su fin al considerar que habían sido despedidos de forma ilegal, y que les llevó a acampar durante 61 días a las puertas de la empresa Gamesa, encargada de la explotación del parque.

Los despidos se produjeron después de que la empresa portuguesa Efasec se convirtiera en la subcontrata encargada del mantenimiento de aerogeneradores de la planta, en sustitución de Ges-Siensa, y asumiera su plantilla. Este cambio de titularidad, según los denunciantes, habría sido aprovechado por Gamesa para realizar los despidos, que habrían incumplido el convenio colectivo en materia de subrogación. Tras la decisión, los trabajadores habían tratado de llegar a un acuerdo con Gamesa, aunque los intentos resultaron infructuosos. El Ayuntamiento de Antequera, de donde eran vecinos la mitad de ellos, había tratado de mediar en el conflicto, enviando varios escritos a la compañía.

Tras conocer la noticia ayer, el alcalde de la localidad, Manuel Barón, mostró su satisfacción por la decisión judicial. "La justicia y la razón han vencido en este caso", declaró.