Sevilla

El Puerto aclara que la terminal de cruceros es un edificio sostenible

  • Los seis cruceristas sufrieron lipotimias, y no golpes de calor, tras pasear por la ciudad a pleno sol

Interior de la terminal de cruceros con suelos de madera y puertas y ventanas de cristal retranqueadas.

Interior de la terminal de cruceros con suelos de madera y puertas y ventanas de cristal retranqueadas. / fotografía jesús granada

El Puerto de Sevilla ha aclarado que no hay relación entre la afección por calor que sufrieron varios cruceristas el pasado viernes 16 de junio y la avería que sufrió ese día el aire acondicionado de la terminal de cruceros, que se reparó horas después pero donde llegaron a alcanzarse temperaturas de 56 grados. El Puerto asegura que los cruceristas afectados por calor extremo, dos de los cuales fueron hospitalizados, sintieron el malestar en el exterior cuando venían de vuelta al barco de pasear por la ciudad sobre las cuatro de la tarde -cuatro de ellos en las inmediaciones del muelle y uno en la Avenida de la Palmera-, pero no por la temperatura interior de la terminal de cruceros.

El servicio de emergencias 061 también ha aclarado que fueron seis cruceristas (no cinco) los afectados, que "no sufrieron golpes de calor -enfermedad grave que implica fiebre muy alta, fallo de órganos y situación muy crítica- sino lipotimias por calor" y que sólo se trasladó al Hospital a dos de ellos. Fue en una sala del edificio de la terminal de cruceros donde fueron atendidos por el personal de las ambulancias que llegaron y en otros casos en las ambulancias. Eran las cuatro y media de la tarde.

El inmueble tiene la máxima calificación energética (A) gracias a sus aislamientos

Sobre el edificio el Puerto explica que la terminal es una construcción sostenible certificada con la máxima calificación energética (A) y que el aire acondicionado, que se había reparado unas semanas atrás, volvió a fallar "porque ese día hubo ocho cortes consecutivos de luz", lo que provocó que no acabara de enfriar cuando volvía a cortarse una y otra vez el suministro.

La policía portuaria, que trabaja en la terminal, mantiene que los turistas resultaron afectados por el calor "por una combinación de circunstancias" entre las que hay que citar que venían de pasear cuando la ciudad registraba altísimas temperaturas y que llegaron a la terminal donde la temperatura también estaba elevada por la avería del aire acondicionado.

Con todo, para zanjar polémicas, el Puerto ha colocado un termómetro en la terminal de cruceros para detectar la temperatura interior (ya que no puede confirmar que se registraran 56 grados) y también está estudiando por qué falló el aire acondicionado.

Aislamiento interior de las paredes del edificio. Aislamiento interior de las paredes del edificio.

Aislamiento interior de las paredes del edificio. / hombre de piedra/buró4

El Puerto recuerda que el edificio de la terminal, realizado con contenedores portuarios reciclados, acoge todo el año eventos de todo tipo sin ningún problema. Y que usa un sistema de aire acondicionado novedoso que se alimenta del agua del río y que falló puntualmente justo cuando más calor hacía. Añade que ha destinado un equipo específico para que el aire funcione bien siempre.

La máquina del aire acondicionado es una enfriadora con una potencia de 155 kilovatios dimensionada a los 1.095 metros cuadrados de superficie de la terminal. Expertos consultados por este periódico aclaran que cuando no hay corriente por un corte de luz, como los ocho que sucedieron el día de autos, "esta máquina necesita de 40 a 50 minutos para enfriar con normalidad" y que "requiere de un personal de mantenimiento y de manejo" para que su funcionamiento, ya sea automático o manual, sea el adecuado. El sistema automático no funcionaba bien hace meses y quedó reparado antes del 16 de junio.

La enfriadora toma agua del río para refrigerar por condensación, lo que supone varias ventajas: que no bombea calor al exterior y que no provoca ruidos. En los pabellones de la Expo la refrigeración también funcionaba con estas enfriadoras.

El Puerto ha colocado un termómetro dentro de la terminal y estudia por qué falló el aire

El edificio de la terminal cuenta con una mención especial en los premios que concede el Colegio de Arquitectos de Sevilla, ha sido reconocido como edificio sostenible en 15 publicaciones internacionales e incluso este año ha venido a estudiarlo la Universidad Técnica de Múnich, que es de las más prestigiosas de Europa.

El edificio, de doble altura, funciona con ventilación natural gracias a sus fachadas con puertas y ventanas abiertas al muelle y está recubierto con varios aislamientos interiores y exteriores especiales que permiten que el edificio esté climatizado y consuma tan poca energía para ello. Este tipo de contenedores, con los aislamientos y tratamientos adecuados, como es el caso, se usa para su adaptación a viviendas y a múltiples instalaciones, con lo que su superficie metálica no es un problema, como no lo es climatizar los trenes, de chapa metálica.

Eso sí, cuando la temperatura exterior de Sevilla sobrepasa los 30 a 35 grados, esa ventilación natural se sustituye por aire aconcionado. Entonces hay que cerrar herméticamente las ventanas y puertas del edificio para que sea exclusivamente el aire acondicionado el que climatice el interior. El problema es que el día 16 de junio ese cierre hermético se mantuvo mientras el exterior hervía y dentro no funcionaba el aire al haberse averiado y sufrir ocho cortes de luz consecutivos. Eso explica que pudiera haberse alcanzado 56 grados.

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