La Unidad Funcional Oncológica de Mama del Juan Ramón Jiménez es referente para toda la provincia. El trabajo de esta unidad permite diagnosticar y tratar cada año en el centro a más de 200 mujeres aquejadas de este tipo de tumor, de las cuales un 15 % proviene del programa de detección precoz. Destaca la realización de exploraciones de radiología mamaria intervencionista (punciones y biopsias) en acto único, y de procesos de confirmación diagnóstica con Anatomía Patológica, así como el desarrollo de técnicas de marcaje de lesiones, a través de colocación de marcadores y arpones, que han permitido el acceso quirúrgico a lesiones más pequeñas y más precoces.

De esas 200 mujeres atendidas al año, la inmensa mayoría son de nuevo diagnóstico, en donde entran en juego en buena medida las actividades de detección precoz realizadas por la Asociación Española de Lucha Contra el Cáncer (AECC) de Huelva. Ésta realizó el pasado año 11.869 mamografías, de las que 2.757 se hicieron en la unidad móvil que recorre la Sierra y el Andévalo. Esta actividad está conveniada con la Consejería de Salud. Huelva tiene el orgullo de ser la provincia andaluza en la que hay un mayor índice de respuesta a las campañas de detección precoz -para las mujeres entre 50 y 69 años- superándose el 65%.

Aunque este tipo de cáncer tiene cada vez mayor incidencia, como pasa en todos los países desarrollados, no es Huelva de las provincias andaluzas que presenta un mayor número de casos, como sucede con otros tipos de tumores. Según datos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la mortalidad por este cáncer es un 9% menor en Huelva con respecto al resto de las capitales andaluzas. Sevilla es la ciudad andaluza que presenta una mayor tasa de defunciones por este tipo de tumores. Aun así se considera que cerca del 90% de las mujeres afectadas por cáncer de mama sobreviven, por lo que se curan o se cronifican. En todo caso, el CSIC considera que no hay ningún factor etiológico relacionado con el cáncer de mama suficiente por sí solo para predecir su frecuencia de aparición.

Junto a una susceptibilidad genética, puesta de manifiesto por una mayor frecuencia en mujeres con familiares afectadas, y distintos factores fisiológicos como menopausia tardía o edad del primer hijo avanzada, se destacan factores dietéticos como la obesidad y el alto consumo de grasas y proteínas animales. Algunos estudios también han asociado el consumo de alcohol con el riesgo de sufrir este tipo de tumor.