La salud es lo que importa

Dr. Bartolomé Beltrán

El camino de la oncología en la mama

ES cierto que en los últimos tiempos han aumentado los casos de cáncer de mama, pero no es menos cierto que también ha aumentado notablemente la curación. Hoy en día, los avances permiten un nivel de curación del 80 por ciento y una mejor calidad de vida para el paciente.

Según datos proporcionados por la Directora del Plan Integral de Oncología de Andalucía, Eloísa Bayo, quien considera la radioterapia un pilar básico en el tratamiento del cáncer de mama tanto tras la cirugía conservadora como tras una mastectomía, en los últimos cinco años se han aprobado en Andalucía 177 ensayos clínicos en hospitales públicos para estudiar el cáncer de mama. Es digno de mención el abanico de avances tecnológicos que se han logrado en los últimos diez años a la hora de tratar el cáncer de mama.

Al parecer, hay una tecnología que marcará el camino de la oncología del futuro. Se basa en diagnósticos y tratamientos cada vez más precisos e individualizados que reducen al máximo los efectos secundarios y permiten un mayor control de la enfermedad en todo momento. Me refiero a los nuevos aceleradores lineales de última generación, también denominados de "cuarta dimensión" o 4D.

Tras superar un cáncer de mama, muchas pacientes que han recibido sesiones de radioterapia tras la cirugía se enfrentan a un riesgo a largo plazo de sufrir problemas cardiacos debido a los efectos secundarios de la irradiación en el corazón. Según la Sociedad Americana del Corazón, la radioterapia convencional dirigida a la mama puede acabar causando problemas como el endurecimiento de las arterias coronarias, lo que aumenta el riesgo de infarto, daños en las válvulas cardiacas o incluso arritmias.

Un estudio llevado a cabo por especialistas de las Unidades de Oncología Radioterápica y Radiofísica de la Clínica La Luz acaba de demostrar por primera vez cómo esta tecnología reduce el daño en corazón y pulmón en pacientes con cáncer de mama. La clave está en el llamado gating, un sistema que incorpora el acelerador True Beam y que se puede utilizar en todas las variantes de radioterapia externa como la radioterapia guiada por imagen, la radiocirugía, la radioterapia de intensidad modulada o la radioterapia estereotáxica. Me cuenta el doctor Felipe Calvo, consultor jefe de Oncología Radioterápica, que "el True Beam representa una evolución de la radioterapia convencional y una redefinición de la radioterapia de alta precisión". Con este sistema los tratamientos se acortan en un 50 por ciento respecto a los tiempos que emplea la tecnología convencional y se reduce también el número pasos necesarios para colocar al paciente, obtener las imágenes y llevar a cabo el tratamiento.

En consecuencia, un tratamiento de radioterapia con intensidad modulada de dosis que dura diez minutos en un acelerador convencional puede realizarse con True Beam en dos minutos. Y una radiocirugía compleja que hoy puede suponer una intervención de 40 minutos a una hora de duración se puede completar en un plazo de cinco a veinte minutos con el nuevo acelerador. Es lo que hay. Seguro.

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