Pacientes

La detección precoz, principal reto frente al cáncer de ovario

  • El diagnóstico en su primera fase, que permite tasas de curación del 80%, sólo se produce en el 20% de los casos · La primera asociación de mujeres afectadas, Asaco, intentará remediar ese déficit.

La detección precoz es la gran asignatura pendiente en el cáncer de ovario, que en España registra 3.300 casos al año, el 5% de los tumores en mujeres. Debido sobre todo a sus poco específicos síntomas iniciales, solamente el 20% se diagnostica en su fase inicial, lo que reduce las posibilidades de tratamiento eficaz. La cirugía y las actuales terapias consiguen tasas de curación superiores al 80% si la enfermedad se detecta pronto.

Para crear la conciencia social que permita remediar ese déficit en el diagnóstico temprano acaba de nacer la primera Asociación de Afectados por Cáncer de Ovario (Asaco), que no solo apoyará a las pacientes, sino también a las personas de su entorno. Como apunta su vicepresidenta Soledad Bolea desde su propia experiencia, "la información que recibe una mujer recién diagnosticada es fundamental para saber enfrentar la enfermedad. Sentir y saber que no estás sola ayuda a sentirte más fuerte y más capaz", porque "la primera reacción es de miedo". En ese contexto, remarca, la labor de las asociaciones es clave para orientar y apoyar a todas las personas afectadas, ya que "no debemos olvidar que nuestros familiares y amigos también sufren el diagnóstico, el tratamiento y también están faltos de información y de orientación".

El factor pronóstico más importante de ese tumor es el estadio o fase de evolución, y de ahí la insistencia de Paz Ferrero, presidenta de Asaco, en la detección precoz para aumentar las posibilidades de curación. "Es fundamental que las mujeres identifiquen los síntomas de alarma que pueden hacer sospechar de la existencia de un cáncer de ovario", remarca, porque así "podrán acudir al oncólogo o especialista a tiempo de intervenir el tumor y de que no progrese".

Antonio González Martín, médico asesor de Asaco y secretario del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (Geico), recuerda que "el diagnóstico en etapas precoces, en estadio I, permite una tasa de curación superior al 80%", pero que "desciende por debajo del 50% para los estadios avanzados III y IV". Hoy por hoy, precisa, la ausencia de técnicas eficaces de diagnóstico precoz hace que la mayoría de casos se diagnostiquen en esos estadios III y IV.

También supone una gran dificultad el hecho de que el cáncer de ovario produzca signos muy poco específicos al inicio, añade Ferrero. "Los principales síntomas relacionados con la enfermedad pueden asociarse con molestias digestivas u ocasionadas por el período", apunta, por lo que "tendemos a no hacer caso de ellos hasta que ya son muy evidentes". Entre los síntomas de alerta figuran el dolor pélvico y abdominal persistente, el aumento del perímetro abdominal y la sensación de peso en el abdomen, la pérdida de apetito y la sensación de plenitud pese a comer poco, o la necesidad de orinar con frecuencia.

En cuanto al tratamiento, González Martín subraya que será más eficaz con un equipo multidisciplinar que incluya a un cirujano especialista en tumores de ovario -hay estudios que confirman la mayor supervivencia cuando opera casos avanzados- y en el que participen especialistas de oncología médica, radiología y anatomía patológica. Farmacológicamente, añade, los siguientes avances llegarán con terapias dirigidas y tratamientos antiangiogénicos para bloquear la producción de nuevos vasos sanguíneos que permitan 'alimentar' al tumor para que crezca.

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