Sistema sanitario

La deuda sanitaria "amenaza" el suministro de medicamentos

  • Farmaindustria alerta de que, si no se soluciona, "se puede truncar" la provisión de medicamentos y recalca que "querer cubrir todo puede poner en riesgo lo esencial"

"Si no hay solución a la deuda hospitalaria" pública por compra de fármacos (6.369 millones de euros al final de 2011, un 36,9% más que en 2010), "el suministro de medicamentos se puede truncar" y podría "no producirse con normalidad". La advertencia es de Humberto Arnés, director general de Farmaindustria, que define el actual como "el peor momento de la historia de la industria farmacéutica" y remarca que "no es una queja, es una realidad". De hecho, argumenta, esos problemas financieros (el período medio de pago de 525 días contrasta con el plazo legal de 40) "descapitalizan" y ponen "al borde de la suspensión de pagos" a empresas innovadoras del sector.

La reivindicación de Farmaindustria, expresada en el Seminario Industria Farmacéutica y Medios de Comunicación celebrado en Almagro (Ciudad Real), es doble. Por una parte, solucionar el tema de la deuda "cuanto antes", con "decisiones tangibles" y con "cualquier fórmula que funcione", según su subdirector general Javier Urzay, que consideró viable una "línea ICO (Instituto de Crédito Oficial) si se instrumentaliza adecuadamente para el pago a proveedores". Por otro lado, como apuntó Arnés, crear un "marco regulatorio estable, predecible, que reconozca y no penalice la innovación, que es clave para el sector".

El representante de los laboratorios se queja de que no hay "ningún otro sector al que se le haya demandado tanto esfuerzo para reducir el déficit público y contribuir a la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud", con "tres reales decretos-ley en 18 meses" cuyo impacto en la industria farmacéutica (4.000 millones de los 5.250 millones de ahorro total) se ha hecho "por la vía precios y va a la cuenta de resultados".

Como resultado de esa política, añade, el gasto público farmacéutico (11.136 millones) ha vuelto al nivel de 2007, el gasto per cápita (236 euros) al de 2006 y el gasto medio por receta (11,44 euros) al de 2001. "Vendemos más producto, pero ingresamos menos. Y además, no nos pagan", protesta. Otra consecuencia han sido los "5.000 puestos de trabajo perdidos" en el sector, más otros "20.000 indirectos".

En cuanto a soluciones, Arnés prefiere no definirse sobre una "exclusión de medicamentos vía precios o aportación del usuario", que "corresponde a las autoridades". El llamado copago, precisa, "hace daño a la industria farmacéutica, porque tiene un efecto disuasorio y vendemos menos". También sugiere que "hay margen de mejora" en capítulos como los pensionistas -los hay "con más recursos que los mileuristas"-- o la lista de fármacos financiados. "Si queremos cubrir todo, podemos poner en riesgo lo esencial", como los trasplantes o "los fármacos más innovadores" contra el cáncer o el VIH-sida. "El constipado todavía lo cura la Seguridad Social", y no sería descabellado pensar que "los medicamentos para síntomas menores podrían estar fuera de la financiación pública", remacha.

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