Verano

Cómo protegerse ante las infecciones más comunes en las piscinas

Piscinas municipal de Montequinto (Dos Hermanas).

Piscinas municipal de Montequinto (Dos Hermanas). / M. G.

Playa y piscina. Piscina y playa. Cuando se acerca el verano y aprieta el calor estas dos opciones de ocio y descanso destacan sobre el resto. Muchos son los que trabajan durante todo el año con la mente puesta en vivir esos momentos en remojo y otros tantos los que fantasean con esas fotos de pies en la orilla o bordillo para dar envidia en las redes sociales.

Eso sí, con cuidado, con mucho cuidado.

La pandemia ya nos obligó a varias nuestro modus operandi en las piscinas el año pasado y este año, a pesar de que los índices de contagio han descendido y el proceso de vacunación debe alcanzar a la mayoría de andaluces durante el período estival, debemos seguir siendo precavidos y cumplir con una serie de normas básicas de higiene (que deberían cumplirse ayer, hoy, mañana y siempre), como lavarse las manos para eliminar esos posibles gérmenes después de ir al baño, y otras pautas de comportamiento que sirvan para protegernos ante el Covid-19 y las infecciones más comunes en la piscinas.

El cloro desinfectará en gran medida la mayoría de gérmenes por lo que aunque parezca que al poner un pie en la piscina nos vamos a infectar por algún parásito, no es así. Poniendo en marcha las siguientes claves nos protegeremos a nosotros mismos y a los demás. Estas son algunas de la claves para protegerse ante las infecciones más comunes en las piscinas

Ducha previa y posterior al baño

Sí, lo sé. Hay muchos remolones a los que ducharse antes de meterse en la piscina les da pereza. A veces el agua de la ducha está bastante más fría que la de la piscina y apostamos por el chapuzón directo en la anhelada piscina ¡Error! Utilizar la ducha de la piscina ayuda a eliminar la suciedad, sudor y productos químicos del cuerpo. Y tan importante o más es ducharse al salir de la piscina. Cuanto antes, mejor. Y si es en el vestuario, con jabón doblemente mejor. Ayudará a prevenir enfermedades en la piel.

El bañador, cuanto menos tiempo mojado, mejor

Salir de la piscina con el bañador empapado y dejártelo puesto durante mucho tiempo es otro de los errores a evitar en nuestras aventuras en la piscina. Más allá de los típicos roces que nos puede provocar en los muslos, en niños y adolescentes son más comunes las infecciones de orina ¿Cómo evitar inesperados problemas? Cambiando de bañador de forma inmediata si ya sabemos que no vamos a volver a bañarnos en un período de tiempo razonable y nuestro plan pasa más por sentarnos a tomar el sol o jugar a las cartas con los amigos.

Baños con limitación horaria

Bañarse en la piscina está bien, pero pasarse horas y horas dentro del agua hasta que los dedos se quedan arrugados como pasas no es la mejor manera de prevenir enfermedades, especialmente para los niños. El tiempo máximo de baño recomendado es de una hora. 

Un curso de iniciación a la natación en una de las tres piscinas municipales de Guillena, que no abrirán este verano. Un curso de iniciación a la natación en una de las tres piscinas municipales de Guillena, que no abrirán este verano.

Un curso de iniciación a la natación en una de las tres piscinas municipales de Guillena, que no abrirán este verano. / D. S.

Evitar tragar agua

Sí. Ya. Entendemos que ninguna persona en su sano juicio se dedicará a tragar agua con cloro de la piscina de forma intencionada, pero la realidad dictamina que un adulto suele tragar una media de una cucharada de agua cada 45 minutos de natación que practica. La media de los niños haciendo bombas, jugando al pilla pilla en el interior de la piscina o probando a ver qué localiza en el fondo de la piscina subirá notablemente esta media y si ya analizamos el comportamiento de un bebé dando sus primeros chapoteos en la piscina la probabilidad de beber agua es directamente proporcional al tiempo que los padres le retiren la mirada.

Utilizar tapones para los oídos

Una de las infecciones más comunes que nos encontramos en estos meses de verano y piscina es la de oído. Lo que durante el año representa una simple acumulación de cera en los alrededores del tímpano, en cuanto nos sumergimos en el agua se convierten en molestos tapones y dolores que se pueden expandir a mandíbula y cabeza. Utilizar tapones nos ayudará a cerrarle el paso a posibles bacterias.

Evitar el baño con virus estomacales 

Por último, desde el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades recuerda, aunque no debería hacer falta, que nadie con un virus estomacal debería meterse en una piscina. Incluso cuando hace menos de quince días que lo ha sufrido, ya que esos gérmenes pueden permanecer aún en su cuerpo e introducirlos en el agua podría ser muy dañino en cuanto a la propagación del virus. 

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