investigación

Un estudio analiza la presencia del bisfenol-A en los tiques de compra

  • El compuesto, de uso habitual en la fabricación de plásticos, está actualmente bajo observación de autoridades europeas

Tiques de compra.

Tiques de compra. / archivo

El 90% de los tiques de la compra o recibos, aquellos en los que la tinta se borra con el paso del tiempo porque están elaborados con el denominado papel térmico, contienen bisfenol-A (BPA), un compuesto que ha despertado desconfianzas y recelos durante la última década por su rol como disruptor endocrino y las implicaciones que eso puede tener en la salud humana. Este tipo de compuesto se utiliza en la fabricación de muchos materiales industriales, papeles y plásticos.

Este estudio ha sido liderado por la Universidad de Granada y en él han participado investigadores del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada, el Hospital Universitario San Cecilio de Granada; la Université Paris Descartes y el Hospital Necker Enfants Malades de París (Francia) y la National School of Public Health de Río de Janeiro (Brasil). El estudio ha sido publicado en Environmental Research. El BPA es un compuesto extendido a otros materiales de uso corriente. Por ejemplo, se utiliza para el policarbonato, un plástico rígido transparente usado para hacer recipientes en la industria alimentaria.

Los investigadores han demostrado tanto la presencia de BPA en tiques de compra de varios países como el rol in vitro de estos compuestos a nivel hormonal. Aunque el BPA está bajo estudio por las autoridades europeas, el estudio no ha demostrado que los tiques provoquen cáncer, como afirmó la semana pasada un comunicado de la propia Universidad de Granada. En 2015, la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas incluyó al bisfenol A en la lista de sustancias "altamente preocupantes" debido a que este compuesto está considerado un disruptor endocrino, es decir, es capaz de alterar el equilibrio hormonal en humanos. La decisión se tomó tras una propuesta presentada por Francia que empezó a recopilar evidencia científica sobre este tema.

La Unión Europea trabaja en este asunto desde el año 2006. en 2017, un Panel de expertos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) discutió y aprobó un protocolo para la revaluación de los riesgos de bisfenol A, que comenzó en 2018. En septiembre de 2018, esta agencia anunció que volverá a evaluar los peligros potenciales del BPA en los alimentos y revisará el nivel de seguridad temporal establecido en la evaluación completa de riesgos anterior realizada en 2015. Esta nueva evaluación debe estar lista para 2020.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios