Salud y Bienestar

La mochila no debe ser un lastre para la salud de los alumnos

  • Libros de texto, manuales, diccionarios, material escolar... La carga no debe sobrepasar el 15% del peso del niño · Los expertos recomiendan adaptarla a las características de cada uno y no utilizar la misma mochila demasiados años

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El 60% de niños en edad escolar tiene en algún momento dolor de espalda, mientras que la mitad de los escolares entre 13 y 15 años y el 40% de los menores de 11 los sufre también, entre otros factores, debido al excesivo peso de las mochilas. Así lo ha indicado la presidenta de la Sociedad Científica Española de Enfermería Escolar y coordinadora del Grupo de Trabajo de Enfermería en Salud Escolar en Alicante, María del Mar Ortiz Vela. La excesiva carga de las mochilas, el mobiliario inadecuado en el aula o el elevado sedentarismo y la escasa práctica de actividades deportivas, motivada por el aumento del uso de la televisión y las vídeo consolas- son algunos de las causas de estas dolencias.

Ortiz ha explicado que el peso de las mochilas debe "adaptarse a la edad y el tamaño del niño" y que "es desaconsejable usar la misma durante varios años" porque en caso contrario, "pueden sufrir problemas musculares o sobrecargas", por lo que se recomienda que su carga "no sobrepase el 15% del peso del alumno". Ortiz aconseja que la mochila "cuente con tiras que se puedan abrochar en el abdomen o el pecho para que a la hora de transportarla se utilicen más grupos musculares" y que estén almohadilladas y colocadas sobre ambos hombros, y no sólo en uno".

Las alteraciones de la columna vertebral en la edad escolar más frecuentes son en un 24,9% de los casos el acortamiento de la musculatura isquiotibial (parte posterior del muslo); por delante de la hiperlordosis (aumento de la curvatura lumbar), que supone un 18,7%, y la presencia de una escoliosis (9,3%).

Frente a este hecho, que puede provocar diversas patologías en la espalda del niño, María José Navarro, presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) de Valencia, insiste en la necesidad de generalizar la fórmula de los "libros por fascículos". "Es una cosa que siempre hemos reivindicado, que los libros se hicieran por fascículos, porque así la mochila pesará menos y es algo que se ha trabajado bastante desde FAPA", subraya Navarro, quien agrega que desde la asociación han tenido contactos con la Asociación de Pediatría y se ha tratado el asunto pues es algo "importante". Así, insiste en la necesidad de reducir el peso de las mochilas con iniciativas como los cuadernillos trimestrales o "poner las taquillas en las aulas en secundaria, porque las mochilas de secundaria todavía pesan más". Además, la representante de los padres de alumnos aboga también por "los libros de aula, que se quedan en el centro" y permiten "trabajar de otra manera". No obstante, reconoció que estas iniciativas aún "no han cuajado" y que, un año más, hay que "tirar de mochila"

La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, a través de su asociación homónima (Arhoe), recomienda a los padres que reduzcan el número de horas que sus hijos pasan frente al televisor y vayan "progresivamente" adelantando el despertador para que la 'vuelta al cole' sea "menos dura". En un comunicado, el presidente de la organización, Ignacio Buqueras, explica que "si los niños tuvieran el hábito de seguir unos horarios más racionales, tanto cuando están realizando el curso escolar como en su tiempo de vacaciones, la vuelta a la rutina no debería representar ningún problema". Por ello, recomienda que durante las semanas previas a la 'vuelta al cole', los padres vayan acostumbrando a los niños a los horarios que seguirán durante el curso, adelantando tanto la hora de despertar como la de cenar o la de acostarse, evitando que trasnochen, estableciendo rutinas e instándoles a una vida activa que les vaya sacando poco a poco del "sedentarismo típico de las vacaciones".

Asimismo, sugiere acostumbrar a los niños a revisar con antelación las tareas encomendadas por el colegio y, si éstas han quedado sin hacer durante el verano, establecer un plan de trabajo durante las últimas semanas de vacaciones "para evitar que el niño el último día tenga que realizarlo todo deprisa y corriendo". Por último, piden a los padres que eviten convertir la última noche antes del colegio "en una experiencia negativa". "Si poco a poco vamos preparando los materiales que llevará en su mochila (los libros, preparar y comprar los materiales del estuche, la ropa que llevará puesta, etc.), el niño no tendrá una sensación tan negativa", explica la organización. María José Navarro destaca que el regreso a las aulas y a los centros escolares en el mes de septiembre no sólo es cosa de niños, sino que supone también el regreso a la rutina de los adultos. Para afrontar con éxito la "vuelta a la normalidad", aconseja a los padres intentar "que sea todo lo más tranquilo y lo más natural posible para que nuestros hijos no nos noten también que estamos nerviosos por el comienzo de las actividades", aunque asegura que los menores "se enganchan pronto" a sus nuevas obligaciones y "hasta tienen ganas de empezar el cole". No obstante, un hecho que sí puede provocar cierto nerviosismo entre los progenitores es el dinero que deben desembolsar en libros. Según los últimos estudios realizados por las asociaciones de consumidores, el gasto por niño puede rondar entre los 800 y 900 euros.

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