La escasez de especialistas provoca que las consultas de Neurología soporten una carga abrumadora de pacientes. Los facultativos se ven obligados a ver hasta 23 usuarios cada día, con lo que muy difícilmente pueden prestar 20 minutos a cada paciente, tiempo mínimo de consulta que los neurólogos onubenses quisieron establecer y que, a día de hoy, sigue siendo una noble aspiración.

Estos facultativos, que recientemente han celebrado la reunión de la Sociedad Andaluza de Neurología (SAN), denuncian la escasez de profesionales que ejercen esta especialidad en la provincia. En lo que respecta al área hospitalaria del Juan Ramón Jiménez, se cuenta con 6 que pasan consulta, a los que hay que añadir una facultativa que ha sido contratada en verano y un neurólogo más en el Infanta Elena, mientras cada día pasan no menos de 150 pacientes por consultas externas en el Juan Ramón. Las estimaciones de la SAN señalan que Huelva necesitaría, como mínimo, cuatro neurólogos más acercarse a la media andaluza en esta especialidad. Y para conseguir una ratio aceptable, que está en 3 o 4 médicos por cada 100.000 habitantes, el déficit es aún mayor, pues sólo se llega a la mitad de los 15 que la provincia debería tener en relación a su medio millón de habitantes.

Arturo Robledo es uno de los neurólogos que ejercen en el Juan Ramón Jiménez. Asegura que esa presión asistencial repercute en las listas de espera de cara a la recepción de resultados de pruebas y al seguimiento de los pacientes. Como ha pasado en la mayoría de las especialidades, la puesta en marcha del decreto que garantiza que antes de 60 días el paciente tendrá su primera consulta ha ido en detrimento de la dinámica de seguimiento.

Uno de los grandes retos de estos profesionales es el ictus o accidente cerebrovascular temido por sus fatales consecuencias y secuelas, que representa la segunda causa de muerte en España y la primera entre las mujeres. Se calcula que diariamente esta patología acaba con la vida de 16 andaluces. Sin embargo, en toda Andalucía sólo hay una unidad específica para el tratamiento de esta enfermedad en Málaga, a pesar de que, destacan los neurólogos, este equipamiento puede salvar vidas o evitar graves lesiones.

Por lo que respecta a Huelva, se han hecho avances en fibrinólisis, tratar al paciente cuando siente los primeros síntomas del ictus. Aunque no se trate de una unidad requiere de un equipo complejo, una UCI y un seguimiento metódico que se complica en parte por no contar con neurólogos de guardia. En la provincia onubense, como en el resto de Andalucía, se estima que entre el 50% y el 60% de los pacientes atendidos por los neurólogos son casos de ictus.