Los pediatras están observando un aumento de las consultas en los centros de salud por el temor y las dudas de los padres sobre la gripe A. Desde septiembre, con el inicio del curso escolar, están llenas pero la mayoría de casos banales que no se corresponden finalmente con un diagnóstico de la nueva gripe.

"Sí estamos notando una saturación en las consultas. A veces los padres vienen por otras causas pero siempre se habla de la gripe A, expresan sus dudas y piden consejo. Otras veces vienen con síntomas como fiebre o dolor de cuerpo y preguntan si es la nueva gripe", asegura la pediatra del centro de salud de Góngora, Marisa Rey, que además pertenece a la red de médicos centinela, por lo que, a diferencia de otros pediatras, toma muestras de los casos que considera sospechosos y las envía al laboratorio del Hospital Virgen de las Nieves para su análisis dentro del protocolo para el control estadístico de la epidemia. A la semana está enviando dos o tres muestras y no todas resultan positivas.

Con todo, estos días "está decayendo un poco la presión porque parece que hay más tranquilidad, pero aún así se llenan las consultas y a diferencia de otros años, si el niño tose o tiene fiebre ya lo traen mientras que en otras ocasiones le hubieran dado directamente la medicación, Dalsy o Apiretal", relata la doctora, que confirma que ya ha hecho varios diagnósticos de gripe A en niños.

"Los padres vienen con la duda y nosotros les mandamos el tratamiento. En casos sospechosos les tomo la muestra y si sale positivo, luego llamo a los padres y les digo que lo que el niño pasó era gripe y con nombre y apellidos: gripe A", asegura. Pero es curiosa la reacción de los padres cuando reciben la noticia: "Ah, ¿esto era la gripe A? Me contestan los padres. Porque se están viendo casos leves en los que se van los síntomas a los dos o tres días. No es un cuadro más agresivo que el de otras gripes por lo que al final están tranquilos y comunican también sus experiencias a otros padres, lo que contribuye a mantener la calma".

Las consultas que más atienden estos días son las de niños con fiebre, dolor de cuerpo, mocos y tos, "algo habitual en estas fechas por los cambios de tiempo y el ingreso en las guarderías o los colegios". De hecho, son habituales ahora los diagnósticos de catarros y laringitis, que los padres temen que sea gripe A y por eso consultan al médico.

La pediatra asegura que otra causa del aumento de las consultas es la presión este curso de las guarderías y colegios. "Están viniendo padres que dicen que les exigen desde la guardería o el colegio un documento médico en el que se confirme o descarte la gripe A. Pero esto no se va a hacer porque no se funciona así", aclaró Rey. Hay centros en los que hasta que no se lleve ese documento no puede regresar el niño a la clase.

A las consultas acuden niños desde los 0 a los 14 años, y el cuadro de síntomas de la gripe A es el mismo en todos: fiebre repentina de 39 grados, malestar, dolor de cabeza, cansancio... "pero se retiran en pocos días con antitérmicos, bebiendo mucho líquido y con reposo en casa", matiza la doctora, que incide en la importancia de las medidas de prevención para evitar contagios "aunque los niños tienen que seguir con su vida normal".