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Benalmádena se reúne con su Cautivo

  • La imagen de Manuel León fue la protagonista de la noche del Martes Santo

El Cautivo, a su paso por Benalmádena.

El Cautivo, a su paso por Benalmádena. / E. moreno

La noche del Martes Santo en Benalmádena es ya una de las citas más esperadas en la localidad en esta Semana de Pasión. Es la noche de reencontrarse con su Cristo Cautivo, obra del imaginero Manuel León, justo al día siguiente en el que los más pequeños hicieron lo propio con el Cautivo infantil, una cantera que sin duda llegará a ser los que algún día acompañen al trono del Señor de la túnica blanca y a la Virgen de la Esperanza por las calles del centro.

Abría la comitiva la Cruz Guía y dos faroles seguidos de miembros de la Corporación local y un grupo de nazarenos con túnica y capirote blancos. El trono del Cristo no tardó en aparecer tras ellos, apenas unos minutos más tarde de la hora prevista. Con mirada solemne, sobre un manto de claveles rojos y un trono de madera y plata, portado a los hombros de un grupo hombres de trono vestidos con traje de chaqueta negro y guantes blancos, el Cautivo volvía a reencontrarse con sus vecinos en la calle San Miguel. Los tambores dejaron de sonar para dejar paso al silencio mientras desde uno de los balcones le dedicaban una sentida saeta. Entre aplausos, el Señor de la túnica blanca daba así por iniciada su salida procesional mientras la banda de música de la Veracruz tocaba la marcha Amor y San Juan, de David Gutiérrez Postigo.

La calle volvió a quedar en silencio para esperar la salida de la Virgen de la Esperanza, a quien también le dedicaron una saeta antes de iniciar la procesión. La talla del malagueño José Dueñas vestía con un manto verde y dorado sobre un trono de plata engalanado con flores blancas. La custodiaban un grupo de nazarenos con túnica y capirote verde y cíngulo blanco.

Por otro lado, la Cofradía recuperó ayer el recorrido habitual al que están acostumbrados los benalmadenses, subiendo por la avenida del Chorrido hacia la avenida Juan Luis Peralta, después de que el año pasado este sufriera pequeñas modificaciones debido a las obras del centro. También volvería a recorrer las blancas callejuelas repletas de macetas del casco antiguo de Benalmádena, que de nuevo volvieron a quedarse estrechas, como la calle Maestra Ayala, en la que tan solo es posible ver a los tronos desde los balcones, ya que el trono pasa rozando las fachadas. Sin duda, uno de los momentos previstos más emotivos, era el reencuentro de ambos tronos a su regreso, meciéndose al son de la campana.

La devoción y el fervor volverán a las calles de Benalmádena el próximo Jueves Santo con la salida procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, a las 20:00.

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