Semana Santa

Día de sentimientos encontrados

  • Las cofradías de 'Arriba' y 'Abajo' corren las 'vegas'

La madrugá del Jueves al Viernes Santo fue respetada por el tiempo en el interior de la provincia y pudieron correrse las vegas en Antequera para dar paso así a una jornada de viernes que dejó sentimientos encontrados en la ciudad del Torcal. Las dos cofradías de la tarde, conocidas popularmente como las de Arriba y Abajo (Socorro y Paz), aunque no sin contratiempos por la fina lluvia que les cayó en algunos momentos, pudieron realizar sus estaciones de penitencia por las calles de la ciudad. De hecho, el encuentro que se realiza en la plaza de San Sebastián tuvo que ser suspendido en el último momento ante la aparición de una fina lluvia cuando ya los tronos de la cofradía de Abajo estaban esperando en la céntrica plaza rodeados por una gran cantidad de público que aguardaba para presenciar uno de los momentos más espectaculares de la Semana Santa de Antequera. No obstante, aunque los tronos de Socorro no llegaron a encontrarse en este punto con los de la cofradía de la Paz, los presentes pudieron contemplar los cuatro tronos de esta última en un mismo punto y separados por pocos metros y en un entorno de riqueza monumental.

No obstante, la lluvia no impidió que se pudiesen correr nuevamente las vegas, una tradición con la que se representa la bendición de los campos desde tiempos remotos y que congregó a miles de personas para presenciarla. La lluvia dio la tregua justa y tras llegar a los templos las imágenes comenzó a llover con mayor intensidad. La cofradía de la Soledad había decidido no realizar estación de penitencia por el riesgo que existía, lo que provocó que únicamente pudiese trasladar sus tronos desde la iglesia a su casa de hermandad.

Antes fue momento para rezar varias oraciones ante las imágenes del Santo Entierro y la Virgen de la Soledad en el interior del templo, procediendo posteriormente a realizar el breve recorrido para su traslado, unos minutos en los que el agua apareció de forma débil, lo que vino a ratificar la acertada decisión de los responsables de la cofradía. De este modo se cerraban los dos día grandes de la Semana Santa de Antequera, en los que, pese al mal tiempo reinante, finalmente la mayoría de las cofradías pudieron procesionar con más o menos normalidad, dejando una gran sensación entre antequeranos y visitantes.

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