Pollinica, prendimiento y gitanos

Lágrimas, fervor popular y saetas

  • El agua impidió la salida de Pollinica y Prendimiento, procesionando solo los Gitanos

La Semana Santa de Ronda se inició ayer entre lágrimas, las derramadas por los hermanos la Hermandad de la Pollinica, que no pudo realizar estación de penitencia por las calles de la ciudad del Tajo debido a la persistente lluvia que no dejó de caer durante toda la mañana del Domingo de Ramos, aunque lo hacía de forma débil.

No obstante, ante las negativas previsiones meteorológicas que manejaban los responsables de la cofradía, decidieron no salir y realizar su estación de penitencia en el interior de la iglesia de San Antonio, situada en la barriada de la Dehesa. Allí se desbordaron los sentimos de los hermanos, que en muchos casos no pudieron reprimir las lágrimas por la imposibilidad de procesionar junto a sus titulares por la ciudad.

A pesar de ello, los hermanos costaleros de ambos pasos realizaron un pequeño recorrido por la nave central del templo, que en esos momentos quedó solo reservada para los hermanos en un acto interno. Además, en el interior del templo también se procedió a la bendición de las palmas y las ramas de olivo del Domingo de Ramos. Finalizados estos actos, la cofradía procedió a abrir las puertas de la iglesia para que pudiesen acceder a su interior todas aquellas personas que lo deseasen a acompañar a lo titulares de la cofradía, que quedaron expuestos delante del altar.

Una tristeza que se convertía en dudas para los hermanos de la cofradía del Prendimiento, que tenía prevista su salida a las 18:00 desde el templo de San Cristóbal y que decidió retrasar su salida para buscar las previsiones meteorológicas no apuntasen la posibilidad de lluvia, algo que descartaba a partir de las 20:00. Finalmente, la junta de gobierno de la cofradía tomaba la decisión de no realizar estación de penitencia en las calles de Ronda, aunque la Agrupación de Hermandades y Cofradías había llegado a autorizar el retrasar su paso por la tribuna oficial. Una decisión que fue comunicada a los hermanos que se encontraban en el interior del templo de San Cristóbal y que, al igual que ocurrió por la mañana, muchos de ellos no podía reprimir las lágrimas al conocer la decisión de no procesionar.

Mientras tanto, en los alrededores de la iglesia de Santa María el romero y las saetas tomaban su turno, con la salida de la Hemandad de los Gitanos y su popular Manué, no sin antes también retrasar una hora su salida para evitar la posibilidad de la lluvia, aunque no terminó apareciendo. El casco antiguo se envolvía de un ambiente especial que acompañó a la cofradía en su salida, que cuenta con una especial complejidad por los escasos centímetros que quedan de margen en la puerta de salida del templo, por lo que ambos pasos tienen que salir de la misma sin sus respiraderos. De esta forma, puede verse durante los primeros momentos el trabajo de los costaleros bajo el paso.

También su recorrido por el Puente Nuevo dejaba estampas de gran belleza, siendo otra de las imágenes típicas de la Pasión rondeña durante el Domingo de Ramos.

De este modo, tras un inicio pasado por agua, el Domingo de Ramos rondeño se pudo vivir en la calle con al menos una de las tres procesiones previstas, dejando un sabor agridulce entre los cofrades por las inclemencias de la mañana que dejaron sin ver a la Pollina y su habitual imagen de hermanos de corta edad por las calles de la ciudad y por la tarde al popular Prendi.

Así finalizó un día en el que se mezclaron las lágrimas con el fervor popular y el sonido de las saetas por la calles del casco antiguo de la ciudad ya por la noche, sones que se prolongaron hasta la madrugada.

De este modo se cerró el inicio de la Pasión rondeña, que hoy Lunes Santo contará con la salida de la Hermandad del Huerto desde la iglesia de Santa Cecilia, un momento que suele concentran a cientos de personas en los alrededores del templo de Santa Cecilia.

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