Semana Santa

El Metro prueba a los cofrades

LLEGARÁ el Sábado de Pasión que los cofrades acudan a ver las procesiones en Metro. En la calle La Unión habrá varias paradas. Un alto para ver a Humildad y Paciencia. Entonces, lo mismo incluso procesiona la imagen del Señor. Varias paradas después, queda cerca el barrio de Los Corazones. En Juan XXIII puede ser un buen sitio donde bajarse para ir a buscar a la Virgen de los Desamparados. En este caso, dada la juventud de este colectivo, que siquiera está aprobado todavía como hermandad pero tras la madurez mostrada ayer, lo mismo sale en un trono grande. ¿Y mantendrá su salida del interior del templo? A priori parece que la historia de la Mediadora se repite. Casi al final del trayecto, Nuevo San Andrés. Qué será de los cofrades de Jesús de los Niños, ya sin su alma mater. El Metro aún no ha llegado, pero ayer puso a prueba por primera vez a los cofrades, un adelanto de lo que llegará, pues el año próximo las obras deben estar en la Alameda, con todo lo que ello supondrá.

Por lo pronto, Humildad y Paciencia tuvo que modificar ayer su recorrido por las obras del Suburbano. La primera cofradía que se ha tenido que esquivar las zanjas, pero podría tildarse de anécdota, pues la procesión no se resintió en absoluto. La complicación se encontraba en el corazón de la zona sur de El Perchel, pues la visita a la parroquia del Carmen es obligada en esta corporación. Pudo realizarse, con más rodeos de la cuenta, pero sin complicaciones reseñables. La estampa sí fue singular, hasta la presente nunca antes se había visto en Málaga un trono junto a una zanja del Metro. Pero quien ayer no captara la imagen, el año que viene tendrá para aburrirse, siempre y cuando las previsiones de la citada obra se cumplan. En este sentido, las posibles alternativas y complicaciones que se presentará en el recorrido oficial se estudiarán en San Julián después de Semana Santa.

los monaguillos

De la mano de Juan Manuel Quiñones, un grupo de jóvenes iniciaron la devoción a la Virgen de Dolores y Esperanza. Apenas hace un par de décadas. Entonces eran conocidos en el mundo cofrade como Los Monaguillos. Algunos de éstos niños solía ayudar en misa en los Santos Mártires. Pero tenían la ilusión de organizar una cofradía. Al principio empezó como un juego de niños, que por las tardes se echaban a la calle para sacar un trono. Pero aquella Virgen les marcó y empezaron a difundir su devoción. No fueron pocas las parroquias por las que pasó antes de asentarse en San Vicente de Paúl. Corría el año 1991, entonces Cruz de Humilladero no era un barrio cofrade. Han pasado los años y aquella locura que un día inventaron unos monaguillos se ha convertido en una hermandad. La corporación pone en la calle más de tres centenares de personas y cuenta una masa social que ronda el millar de hermanos. Ahora Cruz de Humilladero es un barrio cofrade más, gracias a la cofradía de los monaguillos.

Humildad y Paciencia en los últimos años se muestra consolidada en la calle. Completa un recorrido largo y suma numerosos penitentes. Parece que sólo le falta valor para dar el paso de decir que quieren llegar al centro. El trono fue arreglado floralmente con gusto. Lució un frontal de lilium proporcionado, friso de claveles y centros de rosas en las esquinas, iguales que las piñas de las ánforas. Todo en su justa medida, sin complejos de tener que tapar con matojos el tren de vela, que ya se cambiará. En el Carmen la banda de la Esperanza (se estrenó en esta procesión) tocó la Salve Marinera. Y la Virgen se marchó con poderío a los sones de Pasan los Campanilleros (L. Farfán) Sobraron los vitores por la megafonía, pero siempre es así. Respecto a la cruceta, combinó lo alegre y lo sobrio. Véase la maniobra en la casa hermandad a los sones de Virgen del Valle (G. Zarzuela). Un toque místico pero el sentir es de júbilo. Salió con la suya propia, de Sergio Bueno.

paso adelante

Pero la sorpresa fue la Virgen de los Desamparados. Cambió la estética de sus andas y aunque todo era prestado, el sabor era propio. La imagen procesionó en el trono de traslado de los Gitanos, que lució candeleros de Salutación y un exorno medido, sin excesos. Un cortejo bien formado, de riguroso negro. El contraste lo ponían las mantillas, algo que queda raro en este cortejo y que mantienen desde su primera salida, hace un par de años. Con todo, parece una historia que se repite, muy similar la de Mediadora, unos cofrades que también empezaron de cero y en una línea muy personal y que este año han estrenado palio. Desamparados lució ayer una ráfaga nueva, aunque también cedida, que mejoró la estampa, y mantuvo su cruceta musical donde impera lo fúnebre, algo que no es fácil para las cofradías que empiezan, que se lo digan a Mediadora. Pero en ambos casos, salvando las distancias de los años, se siente cada vez más el calor del barrio.

Donde no falta arropo es en Nuevo San Andrés con Jesús de los Niños. Sí sabor cofrade, pero es una manifestación popular sin parangón. Distinto a todo. En las vísperas hubo de todo, ideales para abrir boca, para empezar a saborear lo bueno, que ya empieza desde hoy. Es Domingo de Ramos.

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