Después de meses de intenso trabajo llega una Semana Santa de grandes novedades. El presidente de la Agrupación de Cofradías de Málaga, Pablo Atencia, habla de ellas.

–¿Cómo ve esta Semana Santa con todos los cambios?

–La vemos con mucha ilusión, estábamos deseando que llegase este Domingo de Ramos. Los cofrades estamos todo el año trabajando para nuestra salida procesional, que es el día grande para nosotros aunque disfrutemos mucho de nuestra cofradía durante todo el año. Este año se ha puesto en marcha el plan de mejora integral de la Semana Santa que incluye una modificación del recorrido y eso nos hace vivirlo con ilusión. Es un proyecto trabajado desde hace muchos años y que en torno al 90% de cofradías han apoyado. Todos esos cambios han sido fruto del trabajo, del consenso, de los estudios... Es algo que va a marcar estos inicios aunque nos terminaremos acostumbrando a él. El 80% del anterior recorrido oficial se mantiene y lo que hemos hecho ha sido una ampliación en Molina Lario y Acera de la Marina además de la calle Martínez y su entorno. Se ha hecho por cuestiones de seguridad, de comodidad de los abonados, convivencia de la ciudad y mejor organización de los itinerarios de las cofradías.

–El 2 de agosto se aprobó el cambio de recorrido y desde entonces se trabaja en ello, ¿qué sensación ha tenido en este proceso?

–Las sensaciones han sido muy buenas. Desde las cofradías se está apoyando el proyecto, hemos tenido el apoyo de la ciudad a través del Ayuntamiento, de la Junta de Andalucía, del propio Obispado, y por eso las sensaciones son positivas en el mundo cofrade. Existe una minoría silenciosa y educada que día a día está respaldando este cambio que entendemos que es para mejor y que lo hemos hecho por responsabilidad. Si nos preocupaba y éramos conscientes de la dificultad de mover a 11.000 de los 24.000 abonados, 8.000 de ellos por cuestiones de seguridad y 3.000 por el cambio de recorrido. Y eso es lo que más nos ha preocupado desde el principio. Hemos pedido disculpas a los que estaban acostumbrados a su ubicación y se les ha dado otra pero sí es verdad que también hemos insistido en que si nosotros no adoptamos estas medidas habría desaparecido un porcentaje muy alto de esas 8.000 sillas que hemos tenido que reubicar por motivos de seguridad.

–¿Cuántas cofradías han estado de acuerdo con el cambio y cómo se lo han tomado las que no?

–El proyecto se presentó en el mes de junio, ya venía muy trabajado y consensuado, sobre todo en el tema de horarios e itinerarios y la filosofía general del proyecto. Nuestra única preocupación era que sometido a votación tuviera una mayoría cualificada y salió. En torno al 90% de las cofradías las votaron a favor. Las que lo hicieron en contra no era en contra del recorrido sino por otras circunstancias que les podían afectar. Lo que han hecho ha sido sumarse a un proyecto que es colectivo, se ha tomado una decisión consensuada y hablada y todas las cofradías se han puesto a trabajar en ese sentido.

–¿El tema de los abonados a las sillas ha sido el más difícil?

–Efectivamente, la mayor preocupación ha sido la colocación de los abonados. En la plaza de la Constitución hemos tenido que pasar de 2.500 personas a 1.000, en la calle Larios, de 6.000 a 4.000 y en la Alameda Principal, como consecuencia de la peatonalización, se han tenido que suprimir las tribunas que había entre árboles que eran otras 4.500 personas. Era el tema más sensible y pusimos en marcha una oficina de atención al abonado que ha estado trabajando cuatro meses con 15 personas. Primero informamos de los cambios, luego de la ubicación exacta que se le ofrecía y se le dio un plazo para solicitar cambios. Durante un mes y medio se ha estado trabajando en esas reubicaciones. Más de un 90% ha tenido reubicaciones más acorde a lo que se le había adjudicado inicialmente.

–¿Por qué no se ha instalado la rampa en el puente de la Aurora?

–La rampa de la Aurora era factible desde el punto de vista técnico y contábamos con diferentes empresas para ejecutarla, pero unas semanas antes surgieron unas causas sobrevenidas, por motivos tanto de seguridad como de movilidad, que impidieron su instalación. Es el único tema dentro del proyecto que se nos ha quedado pendiente y por causas sobrevenidas y ajenas a nosotros. En todo momento nos sentamos con el Domingo de Ramos y el Martes Santo para buscar soluciones, había que reestructurarlo y así fue, se cerraron los horarios teniendo en cuenta esta adversidad.

–La rampa de acceso de la Catedral cambia las estaciones de penitencia, ¿cómo ve la modificación que se ha hecho?

–Es una demanda histórica que tenemos desde las cofradías. Desde hace años ansiábamos la apertura de esa segunda puerta que a nivel organizativo y operativo beneficia mucho el discurrir de las cofradías. Antes, cuando entraba una hermandad a la Catedral la siguiente tenía que esperar más de una hora para acceder y eso nos obligaba a que tuvieran que pasar de manera alterna en el recorrido oficial o bien esperar por el entorno. Ahora se pasa con una mayor fluidez y va a permitir que alguna más entre en la Catedral.

–¿Y la nueva tribuna?

"La segunda puerta de la Catedral era una demanda histórica y beneficia mucho el discurrir de las cofradías”

–La percepción que tenemos es buena. Creo que ha sido bien acogida, sus dimensiones son muy inferiores y su impacto visual y su convivencia con la plaza es mejor. Además el cambio de orientación también ha permitido que haya una conexión oeste-este de las procesiones y que se solicite la venia en la tribuna principal al comienzo del recorrido oficial.

–¿El trono del Resucitado es uno de los estrenos más esperados de la Agrupación?

–Sí, es uno de los estrenos a destacar este año y del que nos sentimos muy orgullosos. Es un trono que está en consonancia con lo que merece el Señor del Resucitado, en su ejecución han participado en su mayoría artistas y oficios malagueños, se han generado 31 puestos de trabajo y ha servido de revulsivo. Este año se han cubierto todas las plazas de hombres de trono e incluso tenemos lista de espera.

–Tener una Semana Santa en mitad de la campaña electoral supone más presencia política. ¿Le molesta como cofrade?

–La Semana Santa la vamos a vivir como siempre, desde la religiosidad, la fe y el Evangelio y evidentemente todas las personas que se acerquen a disfrutar de ella serán bienvenidos. No hay ningún inconveniente, tenemos unas magníficas relaciones institucionales y estamos encantados de que asistan a la Semana Santa.

–¿Qué balance hace de los primeros meses de su segundo mandato?

–Bastante satisfactorio, hay muchísima unidad dentro de la agrupación. La lealtad con la que se está trabajando es digna de destacar. Durante la primera presentamos una serie de compromisos que queríamos poner en marcha, en esos tres años ejecutamos casi todo lo que nos propusimos, y aquellos temas que tenían un mayor desarrollo como el nuevo recorrido y la celebración del centenario pues en cuanto hemos empezado la segunda lo hemos puesto en práctica. Tenemos la satisfacción de estar cumpliendo con lo que nos comprometimos.