Ayer se vivió uno de los días grandes de la Semana Santa rondeño, con la salida a las calles de la ciudad de tres hermandades para realizar sus estaciones de penitencia. Cada una de ellas con un estilo muy diferente.

La primera en hacerlo era la cofradía de la Vera Cruz. Penitencia, silencio, rezos bajo sus pasos y su inconfundible hábito nazareno negro con largos capirotes, cíngulo de esparto y sandalias franciscanas llenaron las calles del casco antiguo y el centro de la ciudad. Solo la música de campilla les acompañó en su recorrido.

Como es habitual, su salida del interior de la colegiata de Santa María fue uno de los momentos de mayor intensidad, rodeados por el ambiente que el intenso humo del incienso dejaba oler al salir por las rendijas de la puerta de madera del templo antes de su apertura.

A escasos metros de allí esperaba su turno el Ecce-Homo, que procesiona junto al Cristo de la Buena Muerte que portan los legionarios. La presencia de este cuerpo militar, vinculado a Ronda, ciudad en la que está una de sus bases, hizo nuevamente que fuesen miles de personas las que se concentraran en las calles de la ciudad para ver su paso, hasta el punto de ser imposible en paso por algunas de ellas. Impresionante, un año más, su paso por el Puente Nuevo de la ciudad, con miles de personas concentradas en este punto para ver el paso de la cofradía por este punto.

Y mientras Vera Cruz ya emprendía su camino de regreso a su templo y los tambores del Ecce-Homo resonaban en las calles, el Señor de Ronda, Padre Jesús, se disponía a iniciar su estación de penitencia desde el popular barrio que lleva su nombre ante miles de personas. Fue el inicio de una estación de penitencia que le llevaría a estar en la calle hasta altas horas de la madrugada.

Antes, en la empinada, prolongada y empedrada cuesta de Santa Cecilia las cuadrillas de costaleros de Padre Jesús y la Virgen de los Dolores tuvieron que poner todo su saber hacer en cada levantá y chicotá que protagonizaron por este tramo, en el que los aplausos del público parecían ayudarles a cada paso que iban dando para superar uno de los momentos más complejos de su recorrido, aunque de una gran belleza para el público presente en sus acerados.

Además, como es habitual, un importante número de penitentes acompañó a Padre Jesús en estación de penitencia

Mientras tanto, hoy los cofrades volverán a mirar al cielo, al igual que ocurrió durante la jornada del Domingo de Ramos por las previsiones meteorológicas que apuntan a la posibilidad de la lluvia vuelva a aparecer.

De este modo, otra de las jornadas con mayor presencia de cofradías en las calles de la ciudad quedará nuevamente a disposición de la meteorología.

Angustias, que tiene prevista su salida por la mañana, y Santo Entierro y Soledad, que lo hacen por la tarde, están a la espera de que el tiempo.

De momento, en la Semana Santa de Ronda solo las cofradías de la Pollinica y Prendimiento se han quedado sin procesionar este año, ya que durante la noche del Domingo de Ramos las previsiones mejoraron y los Gitanos pudieron realizar su estación de penitencia sin problemas.