La tarde del Domingo de Ramos en  Vélez-Málaga es para la cofradía de Nuestro Padre Jesús en su Triunfal Entrada en Jerusalén y María Santísima del Rocío. Las calles de la capital axárquica se llenaron de familias, de grupos de amigos y de cofrades con muchas ganas de vivir Semana Santa. Poco antes de las cinco de la tarde, la plaza de la Constitución, donde se encuentra la iglesia de San Juan, se llenaba de túnicas blancas, capas rojas, mantillas y palmas. La cofradía conocida popularmente como “La Pollinica” daba el pistoletazo de salida a la Semana de Pasión veleña. Y es precisamente esta hermandad, la primera que pisa las calles del centro histórico, la que encierra como tradición, que sea la pregonera, este año la cantante Luisa Chicano, quien encienda la primera vela de la candelería de María Santisima del Rocío.

El frente de procesión avanzó hacia calle Las Tiendas llenándose con las notas de la Banda de Tambores y Cornetas Nuestra Señora de las Angustias de Algarrobo. Una nutrida fila de penitentes y de niños con palmas anunciaba la llegada de Nuestra Padre Jesús a su Entrada en Jerusalén obra del veleño Israel Cornejo. El pasado año ya salió acompañado del misterio que integran los apóstoles Pedro, Juan y Santiago, ejecutadas por el mismo escultor.

Este año el trono presentó la talla de la parte trasera y las cartelas laterales en madera a la espera del dorado del cajillo y arbotantes. Seriedad y devoción en el rostro de sus horquilleras que enfilaban la popular calle a los sones de la cruceta musical interpretada por la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Nazareno de Alcaudete (Jaén). Al Cristo victorioso le siguió la Virgen del Rocío, que en Vélez-Málaga, tiene la particularidad que le acompañan casi un centenar de mantillas blancas. Lució radiante con la nueva saya bordada y donada por Aurora Ruiz. La cofradía estrenó el libro de reglas bordado.

Como viene siendo habitual, los horquilleros imprimieron a la Titular mariana un mecido paso al compás de la Banda de Música de Las Golondrinas de Vélez, que está asociada a la cofradía. También muy cuidado el exorno floral del hermano José Mercado. Entre los momentos más emocionantes, el paso por el Real Monasterio de Nuestra Señora de Gracia, que fue durante muchos años su sede canónica, en la tribuna de los pobres y en el encierro en la plaza de la Constitución.