José Jiménez Guerrero, historiador

“Las procesiones no eran el motivo por el que existía una cofradía anteriormente”

  • El doctor en Historia publica el libro ‘Memoria cofrade’ con 50 artículos realizados por el autor a lo largo de sus 25 años de investigación

José Jiménez Guerrero, historiador.

José Jiménez Guerrero, historiador. / Javier Albiñana (Málaga)

Conocer la historia es necesario para seguir actuando de forma correcta en el presente. Así ocurre en la vida, y especialmente también en el mundo de las hermandades y cofradías de la Semana Santa de Málaga. El historiador José Jiménez Guerrero publica su nuevo libro ‘Memoria cofrade’, en el que recopila medio centenar de artículos escritos a lo largo de su trayectoria con el objetivo de divulgar los aspectos más desconocidos de la Semana Santa.

-¿Qué encontrará el lector en 'Memoria cofrade'?

-En el nuevo libro que he publicado sobre temática cofrade se encuentran los artículos que he difundido en prensa, revistas y congresos a lo largo de 25 años. He hecho una selección porque mi objetivo era poner al alcance de los interesados en estos temas toda una serie de artículos que realmente son de difícil acceso, ya que se publicaron a principios de los años noventa. En la introducción afirmo que muchos de estos artículos luego dieron paso a unas investigaciones más profundas y desembocaron en la publicación de otros libros, conferencias, tertulias, y retransmisiones de radio y televisión.

Lo definiría como una obra muy variada, porque cuenta con información de las cofradías de pasión y de otro tipo de organizaciones creadas por laicos. También hay datos curiosos como las aportaciones que realizó una hermandad para apoyar económicamente en el conflicto de la guerra de Cuba. Hay muchas curiosidades y es un libro ameno, con artículos no muy extensos pero sí muy variados.

-La portada del libro es toda una declaración de intenciones.

-El libro cuenta con 288 páginas y 62 ilustraciones. Es una publicación muy cuidada de principio a fin. La portada del libro tiene una fotografía que es de la última vez que procesionó el Señor del Santo Suplicio, y su color vino tinto tiene un significado. Es precisamente la tonalidad de la túnica que llevaba ese cristo y la sección de nazarenos que lo precedía.

En la contraportada hay una fotografía, que es la primera que se hizo de la cruz guía de Zamarrilla, que en 1941 labró el orfebre cordobés Juan Gabriel Lamas Cuesta. Esa fotografía se hizo cuando se expuso, porque en la parte inferior tiene una especie de paño en color cardenal para que los hermanos la pudiesen contemplar. Al fin y al cabo la cruz es la memoria cofrade primigenia.

-¿Qué le ha motivado a escribir y recopilar esta obra?

-Más que entretener es un libro que divulga. Es mi principal objetivo. Cuando estudio sobre la Semana Santa me gusta que todo vaya dirigido a la inmensa mayoría de la población cofrade, no solamente a los eruditos. Me gusta divulgar con seriedad y con rigor, porque obviamente todo está documentado, no hay nada de fábula ni de invención, es un trabajo puramente histórico. Todo está contrastado con varias fuentes documentales. Trato de divulgar algunos aspectos de la Semana Santa y ver la importancia que han tenido las hermandades a través de la historia en nuestra ciudad.

Desde que era muy joven siempre he estado investigando y escribiendo, y me di cuenta que lo que iba publicando en medios impresos estaba muy disperso, y algunos compañeros me comentaban que no encontraban mis estudios. De alguna manera se me encendió esa luz y vi interesante poner al alcance de los investigadores estos artículos que considero relevantes. Al final llegué a 49 publicaciones más uno final que es inédito. Toda esta idea la llevo fraguando desde el año 2018, cuando cumplí 25 años de mi primer artículo. Le fui dando forma, lo propuse a la editorial Arguval, y les pareció un proyecto interesante. A principios de la semana del 22 de marzo estará en las librerías.

-Además de la recopilación de obras, ¿sobre qué trata el inédito último artículo?

-El libro termina con una pieza muy especial. En ella doy a conocer el nombre y la trayectoria de la primera mujer que, de una manera profesional, reflejó con su cámara unas imágenes de Semana Santa: Sabina Muchart. Un artículo que no se ha publicado en ningún lugar, es inédito. Todos los demás cuentan con sus referencias.

-¿A qué estudio le tiene un cariño especial?

-Normalmente los últimos llaman más la atención, y precisamente éste es muy especial. Hace honor al título del libro, porque con ella se recupera parte de la memoria cofrade. Destaco también uno al que le tengo mucho cariño, yo pertenezco a la hermandad de Zamarrilla y hago referencia a mi cofradía constantemente.

En uno de ellos revelo que la Virgen de la Amargura había procesionado en 1929 en la localidad de Álora bajo la advocación de la Virgen del Amparo, antes que la cofradía la adquiriese en 1934 una vez que destruyeron la antigua imagen, que fue la original Virgen de los Dolores desde 1792 hasta 1931, Titular de nuestra cofradía. En este nuevo libro trato el arte, la historia y la sociología, con otros artículos conmemorativos.

-¿Estamos en la antesala de una Semana Santa histórica?

-Uno que ha estudiado historia ve que estamos viviendo una época que no ha sido ajena a nuestra Semana Santa, Por diversos motivos, se ha celebrado la Semana Santa sin desfiles procesionales, que por otra parte es lo que hay que hacer en estos casos. Lo que me viene a la memoria es que estamos en una etapa que han vivido nuestros antepasados, no olvidemos los problemas que existieron a partir de 1931, o en épocas anteriores cuando realmente las procesiones no eran el motivo de la existencia de una cofradía.

Otras constituciones anteriores a las propias hermandades hablaban que se celebrarían procesiones siempre y cuando quedase dinero para poder celebrar el entierro de los hermanos de la cofradía. Ahora la visión es dar culto público y privado a una imagen.

-¿Cómo la vivirá usted: irá a venerar las imágenes y a los actos culturales o se quedará en casa?

-Desde el punto de vista personal se vive mal, no lo voy a negar, porque a uno, que es cofrade, le gusta ver las procesiones. Pero con una esperanza enorme porque volveremos y nos daremos cuenta de la importancia que han tenido y tienen en nuestra sociedad las cofradías. Procuraré visitar algunas imágenes, pero respetando todas las normas y teniendo todo el cuidado posible, lo importante es la seguridad y la salud de las personas. Volveremos y tenemos que hacerlo todos juntos. Ahora hay posibilidad de vivirlo de otra manera, no hay que dramatizar en exceso la circunstancia.

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