El Martes Santo se ha convertido en Vélez-Málaga en un día redondo para los cofrades veleños. La llegada del Coronado de Espinas, y de la Virgen del Amor hace dos años, ha asentado esta jornada que estaba conformada no hace mucho por la señera Virgen de Los Dolores y Nuestro Padre Jesús en su Presentación al Pueblo.

Y si bien se ha perdido el encuentro entre ambas horquillerías por la llegada de la Titular mariana de ésta última cofradía –sí se mantuvo el de Los Dolores y el Coronado tras el paso por la tribuna oficial–, la disposición que cada una de las hermandades ocupa en el centro histórico llena a los veleños que han descubierto muchos rincones donde “encontrarse” con las imágenes.

El Ecce Homo en su barrio.

Desde el barrio de San José, llegó la Cofradía de Nuestro Padre Jesús en su Presentación al Pueblo Ecce-Homo y María Santísima del Amor. El Señor de la Caña salió del templo a su plaza donde se le encendieron los característicos pebeteros que le alumbran durante el recorrido. A él le acompañó un nutrido cortejo de hermanos que junto a los de la túnica azul pavo real de la Virgen rondaban los 400.

La Virgen de Los Dolores en el inició de su estación de Penitencia.

Junto al Paseo Nuevo, salió la Virgen de Los Dolores cuyos horquilleros estrenaron fajín dorado y casacas. También los cargos lucieron capas doradas recordando sus colores originarios. La jornada la cerró el Coronado de Espinas desde el entorno de la calle Juan Barranquero. Este año, entre los estrenó destacó las piedras que reposan en el Calvario.