Semana Santa

Un día de sol y sombra

FUE un día de esos en los que hay que jugársela. Una tarde en las que la cara y la cruz confunden sus términos. Las decisiones en Semana Santa basadas en las predicciones meteorológicas son un trago amargo en el momento de tomarlas. Una decisión puede tener múltiples lecturas. Se puede decidir que sí hay salida y que efectivamente no llueva. Si eso ocurre todo el mundo contento. También puede suceder que se decida no salir y que luego llueva. Aunque con dolor los cofrades reconocen que se hizo lo que se debía. Se puede salir y que llueva y que se piense que el derecho a la equivocación estará para ejercerlo o que, al fin y al cabo, los tronos no se quedaron en la casa hermandad. Pero hay una cuarta opción, la que más duele: decidir no salir y que no caiga ni una gota durante las horas que dura tu recorrido. Y ante eso, lo único que queda es esperar a que llegue el próximo año y rezar para que el tiempo les dé la oportunidad, no solo de salir, sino también de que su decisión sea la mas acertada. Ayer se vieron dos de estas opciones. Quizá la mejor y la peor. Hubo tres cofradías (Crucifixión, Gitanos y Pasión) que decidieron no salir y el tiempo fue inmejorable en las horas que hubieran ocupado su salida penitencial. Pero hubo tres que sí salieron a la calle y al cierre de esta edición todavía podían disfrutar del buen tiempo. Fue un día de sol y sombra. De alegría y de impotencia. Aún así, las tres hemandades que decidieron poner rumbo a las calles de Málaga(Dolores del Puente, Estudiantes y Cautivo) dejaron un gran sabor de boca por su saber hacer y por el numerosísimo público que se congregó ayer en cualquiera de los puntos por donde circulaba una procesión.

crucifixión

Era la primera de la tarde y también fue la primera en tomar la decisión más dura. Sobre las 13.30 la cofradía de la iglesia del Buen Pastor empezó a manejar los primeros datos del tiempo. Unas predicciones que anunciaban que a la caída de la noche habría chubascos. Según explicaba a este periódico el hermano mayor de la corporación, José Antonio Martín Arrebola, a la hora a la que se reunió la junta permanente cayó un chubasco que hizo que en ese momento tomaran la determinación de no salir. Una vez que sabían que no saldrían a la calle trasladaron la información de su acuerdo a la Agrupación de Cofradías, después a los hermanos y también a los hermanos mayores del resto de hermandades para informar del hueco que se quedaba en el orden del día.

De haber salido,la cofradía lo hubiera hecho por primera vez desde su casa hermandad en la calle Diego de Siloé. Allí permanecieron las puertas abiertas en el horario que se hubiera desarrollado su salida procesional para que las personas que lo desearan se pudieran acercar.

Allí también se personó la banda de cornetas de la Estrella, que aunque acompañaba el Señor de la Columna, quisieron solidarizarse con la Crucifixión. Allí interpretaron varias marchas como fueron Bendición (J. M. Fernández Carranza) o Bulería en San Román (José Pavón). La Virgen no pudo lucir su precioso exorno a base de orquídea y rosas blancas, al igual que el Cristo iba en un cuidado monte de flores. A las 21:00 se celebró el via crucis que hubiera tenido lugar en el interior de la Catedral.

gitanos

La estadística corría a su favor, pero este año no pudo ser. La cofradía de los Gitanos también decidió quedarse en casa debido también al riesgo de lluvia. A esto había que sumarle la amenaza que suponían las posibles precipitaciones para el gran estreno de este año, que no era otro que la restauración y nuevo dorado del trono de Jesús de la Columna. El artista cordobés Ángel Varo había sido el artífice del dorado y el resultado fue magnífico. Aunque no se pudo ver a pie de calle sí se pudo contemplar cuando se abrieron las puertas de la casa hermandad de la calle Frailes.

Aunque lo habían decidido minutos antes, a la hora oficial de la salida el hermano mayor, José Losada, salió a la puerta de la casa hermandad para dar oficialidad a lo que ya era un secreto a voces en la calle y en el seno de la hermandad. "Lo que ha caído esta tarde puede volver a hacer en doble cantidad" explicaba Losada como argumento para al decisión.

Respecto al riesgo que corría el trono explicaba que era un patrimonio que se había conseguido poco a poco y que no se podía perder y que habían tomado la decisión "con todo el dolor de su corazón". "La gente nos critica porque considera que nuestro patrimonio es del pueblo, pero si salimos, llueve y nos mojamos, el pueblo no paga el trono", apuntó Losada. "A mal tiempo buena cara, porque aunque la procesión la lleve por dentro tengo que animar a mis hermanos. Es muy mala suerte porque yo salgo desde el año 65 y nunca no hemos quedado dentro", puso de manifiesto Losada.

Las puertas de la sede también se quedarían abiertas y la banda de Zamarrilla que acompaña a la Virgen de la O y la banda de cornetas de la Estrella interpretaron algunas marchas. Mientras, el pueblo gitano no podía dejar a su Manué en silencio y las palmas y los bailes le pusieron un poco de alegría a un ambiente apesadumbrado por no poder salir.

Dolores del puente

Su política fue clara desde el inicio de la tarde. La decisión se tomaría según el tiempo que hiciera a la hora de salir y el tiempo quiso dar una tregua. Estaba claro que en caso de echarse a la calle sería a la hora establecida. En la cofradía perchelera no cabe la posibilidad de alterar el horario. Así lo ha demostrado siempre, incluso cuando el año pasado decidió no salir. En ningún momento retrasó su salida. Su decisión fue tajante.

Una vez comprobado que el cielo daba la venia, a su hora, las 20.00, la cofradía de los Dolores del Puente se puso en la calle. Era la cofradía del Puente, del pasillo de Santa Isabel y de todos los alrededores. La explanada de Fray Alonso de Santo Tomás era un hervidero de publico para ver a la única cofradía perteneciente a la parroquia de Santo Domingo que sale desde el interior del templo. El Cristo del Perdón, que este año cumple 25 años desde su bendición, salió desde la iglesia a los sones de Plegaria al Cristo del Perdón de (Francisco Javier Moreno) y lucía un monte de claveles rojos con piñas de lirios morados en las esquinas. Por su parte, la Virgen de los Dolores Coronada salió a los sones de la marcha Dolorosa del Puente, de Desiderio Artola.

Ver a esta cofradía en la calle obliga a reflexionar sobre aspectos muy diversos. El primero que el número de nazarenos no impide cumplir con los horarios. Y que esa cifra tampoco implica un disloque ni una falta de coordinación ni un alarde de falta de compostura. Y medio millar de nazarenos es una cantidad muy considerable, muy loable y muy admirable. El caso es que la hermandad es un catálogo de buen gusto en cualquier aspecto. El cortejo, amén de lo nutrido ya comentado, es un ejemplo de comportamiento a cargo de todos sus cofrades. Da igual que se vea al inicio del desfile, en el recorrido oficial o ya buscando el encierro por los callejones del Perchel, un barrio que durante unas horas vuelve a una vida anterior.

También era una noche de despedidas. Por un lado, puede ser el último año en el que se vea al Cristo del Perdón en su actual trono, ya que la cofradía trabaja en uno nuevo que podría estrenarse la próxima Semana Santa. Además, también será la última vez que se vea presencia dominica en el cortejo, ya que esta orden religiosa abandonará la parroquia de Santo Domingo próximamente.

Respecto al acompañamiento musical hubo calidad. Formaban parte de la procesión la banda de cornetas de Nuestra Señora del Carmen, que sustituía a la banda de cornetas de Fusionadas que hace unas semanas suspendía su actividad por los problemas con los ensayos. También estaban las de música de Miraflores-Gibraljaire y la de la Esperanza. Esta última demostró un gran nivel, como en el momento en el que interpretó Mater Mea a la entrada de la Dolorosa para realizar la estación en la Catedral malagueña.

pasión

Su salida estaba prevista para las 17:00 pero los acontecimientos que iban sucediendo hacían presagiar lo peor. A esa hora tanto Crucifixión como Gitanos habían anunciado su decisión de no salir y la hermandad de la parroquia de los Santos Mártires decidió retrasar su salida y que la junta de gobierno se reuniera a las 17:30 para tomar una decisión. Y la decisión fue que tampoco saldría.

En el interior del histórico templo se llevó a cabo la celebración del mismo via crucis que hubiera tenido lugar en el interior de la Catedral en caso de haberse celebrado su salida penitencial.

A las 19:00 se abrieron las puertas de la iglesia para que se pudiera visitar a los sagrados titulares. En concreto la Virgen del Amor Doloroso iba muy bien vestida, con un arreglo muy favorable.

estudiantes

Fue quizás la espera más larga de la tarde pero finalmente la cofradía de los Estudiantes también salió. Tenía que haber salido a las 19:00. A las 18:30 se reunieron y se retrasó un poco más el momento de la salida. A las 19:30 se volvieron a reunir y finalmente la respuesta fue positiva. Lo hicieron por un recorrido más corto. Descendieron por la calle Molina Lario y entraron a la Alameda Principal por el lateral sur.

Con su salida, se pudo disfrutar del Coronado de Espinas con luz natural, ya que la hermandad decidió eliminar la iluminación de las bombillas del trono. En el trono de la Virgen de Gracia y Esperanza la novedad estaba en la nueva corona de Manuel Valera que lució esplendorosa, la nueva saya de Joaquín Salcedo y la restauración del manto, que lució sin toca aportando a la Dolorosa una impronta más estrecha de lo habitual.

La banda de Julián Cerdán, que acompañaba a la Virgen, una de las grandes bandas que visitan nuestra Semana Santa, demostró una grandísma calidad, como cuando interpretó la marcha Corpus Christi en la curva entre las calles Alcazabilla y Císter.

cautivo

La sombra de dejar al Cautivo, el Señor de Málaga, dos años seguidos dentro de su casa hermandad pesaba sobre muchos, o quizá sobre todos. Es una de las cofradías con mayor repercusión y la decisión que tome siempre es mirada con lupa. El Cautivo, el de la túnica blanca, es un fenómeno devocional que trasciende cualquier organización o institución. El pueblo se quiere reencontrar con él cada año, a cada paso. Más allá de decisiones cofrades, de miedos a la lluvia, sin importar los problemas que pueda acarrear aquello de firmar tarde en la Alameda Principal . Para el que llora asu paso, para el que agarra un pañuelo y se le adivina entre los labios un rezo o aquel al que la lejanía no le permite estar con él más días que el Lunes Santo, no existen razones. No se concibe al Cautivo bajo techo si no es en su capilla.

Las previsiones iban mejorando a medida que iba avanzando la tarde y en la Trinidad todo funcionaba y se vivía sin considerar en ningún momento la posibilidad de que Nuestro Padre Jesús Cautivo y la Virgen de la Trinidad Coronada no pudieran salir a la calle. Tras varias reuniones previas el hermano mayor hizo una convocatoria para anunciar a las 19.30 cuál sería la decisión.

Minutos antes de esa inquietante cita ya había pistas de que el Cautivo no se quedaría en casa . Los nazarenos eran llamados a ordenarse y efectivamente el hermano mayor de la corporación, Juan Partal, salió al paso para decir que tendría lugar la salida penitencial. Eso sí, antes de iniciarse el desfile se pidió a los hermanos por megafonía que por favor se hiciera un esfuerzo por hacer un recorrido "digno pero más rapidito". La cuestión era que la hora oficial del encierro de la cofradía eran las cuatro de la madrugada momento para el que estaban previstos los peores datos de lluvia y pretendían que a esa hora la cofradía estuviera "al menos en la calle Trinidad".

La del Cautivo es una cofradía que ronda los setecientos nazarenos pero eso nunca es impedimento para que formen perfectamente y el río de capirotes blancos se constituya en una antesala preciosa de lo que está por llegar. Y lo que llegó lo hizo a su hora. A las 20:00 el trono de Jesús Cautivo se levantó y con ese paso inigualable y cadencioso se hizo a las calles de Málaga, que lo esperaban con ansiedad.

Parecía impensable pero las calles estaban atestadas de público que lo aguardaban incluso en puntos en donde aún restaban dos o tres horas para su paso. Si lo llaman el Señor de Málaga será por algo. Algo que sólo cobra sentido cuando se hace referencia a la talla de José Martín Simón.

Con el estreno de su túnica blanca levantaba aplausos allá por donde pasaba en el inicio de de su recorrido. Un itinerario que también comprendía las calles aledañas al oficial porque el público para verlo se amontonaba en las bocacalles en una veintena de filas . Tras él, caminaba la banda de Jesús Cautivo, con un grandísimo nivel, como viene demostrando desde su fundación. La formación interpretó en la salida, con gran brillantez, Silencio Blanco tras el Himno Nacional.

Casi una hora más tarde, salía la Virgen de la Trinidad Coronada, preciosa con un exorno floral a base de orquídeas y que lucía esplendorosa con toda su candelería encendida. Antes de meterse bajo los varales, los hombres de trono cantaron el himno dedicado a la Dolorosa. Un momento emocionante tras el que la Virgen se hizo a la calle con la marcha Alma de Trinidad del maestro Eloy García, compuesta con motivo de su coronación canónica en el año 2000.

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