Semana Santa

Málaga: Histórica misa del alba del Cautivo en San Pablo

  • El Señor de Málaga llega a los hogares de sus devotos en una eucaristía televisada celebrada a puerta cerrada por la crisis del coronavirus

En el altar efímero frente a la capilla del Cautivo, Llamas Fortes y el vicario Juan José Chinchilla

En el altar efímero frente a la capilla del Cautivo, Llamas Fortes y el vicario Juan José Chinchilla

Los primeros rayos de sol del Sábado de Pasión anunciaban algo importante, y Málaga lo sabía. Jesús Cautivo y la Virgen de la Trinidad no se asomaron al dintel de la iglesia de San Pablo, pero el Señor de túnica blanca estuvo en todos los hogares una vez más. La Eucaristía se emitió a las 7:00 por las cadenas de ámbito nacional y regional. Con esto, la cofradía cumplió su deseo de trasladar al máximo de personas posible el mensaje de fe y confianza en este tiempo de confinamiento por la crisis del coronavirus.

La misa al alba, grabada el jueves 2 de abril, comenzó ayer con unas emotivas palabras de Sergio Lanzas, profesor y hombre de trono de Jesús Cautivo. “Desde su capilla, el hogar donde descansan las plegarias y promesas de todos los malagueños, hoy va a hablarnos y nos va a decir la única verdad: él es el camino, la verdad y la vida. Nos ha convocado una vez más ante su mirada porque hoy, antes de que amanezca, quiere demostrarnos a todos que la oscuridad no ha podido con Él ni con nosotros”, introdujo. La ceremonia corrió a cargo del director espiritual de la cofradía del Cautivo José Manuel Llamas Fortes, acompañado del vicario parroquial, Juan José Chinchilla.

“Vivimos una de las crisis más graves de los últimos tiempos, que ataca a los ancianos, a los que nos han dado la vida y a los que tanto les debemos. Pedimos por los enfermos, difuntos y por los que están en primera línea de esta batalla global”, introdujo José Manuel Llamas. Con esto, se refería a los profesionales sanitarios que atienden en los hospitales y a todos aquellos que siguen trabajando para garantizar la seguridad, el suministro y la prestación de servicios básicos a los que viven confinados en sus casas para evitar el contagio del Covid-19.

La celebración transcurrió en un altar improvisado delante de la capilla de Jesús Cautivo y la Virgen de la Trinidad, junto con el guion corporativo de la cofradía. En la eucaristía se utilizaron las oraciones especiales en las misas en tiempo de pandemias, con la excepción de la oración final dedicada a la Virgen, propuesta por el papa.

“La modernidad ha implosionado: nos veíamos como gigantes invencibles que podíamos progresar por encima de todo, sin importarnos lo que le pasara a nuestra casa común o a los más pobres, y de repente hemos tenido que plegar velas y colocarnos en posición de hibernación”, dijo Llamas Fortes durante su homilía. “Hemos entrado en una tormenta que ha resquebrajado los cimientos de esta sociedad que habíamos montado, y nos damos cuenta de que solo hay dos soluciones: perder todos, o que mueran los más débiles, que son nuestros enfermos y nuestros ancianos”, afirmó.

Un pasodoble dedicado al Cautivo

Al finalizar la misa, se proyectaron unas imágenes acompañadas de un pasodoble dedicado al Cautivo y su vinculación con los enfermos, escrito por Miguel Gutiérrez e interpretado por Antonio Carlos Rojas. “Nos sacan cada año para que les procesionemos y son Ellos los que hoy, sin abandonar su capilla, han venido a nosotros para que nos quedemos en casa”, confesó el hermano mayor de la cofradía del Cautivo Ignacio Castillo. Las calles del barrio trinitario están vacías, pero los corazones de sus vecinos llenos de gozo porque volvieron a ver, aunque sea por televisión, a su Señor Cautivo y a su Madre de la Trinidad.

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