¡Salve! Estrella de los mares. Dicen que el salitre malagueño endurece la piel, lo cierto es que esta sustancia salina también goza de la protección de la Virgen del Carmen, que cada año se hace presente en nuestras playas y en nuestros corazones. De los mares iris, de eterna ventura. Hoy el amanecer tuvo tonos marrones carmelitas, las miradas se quedarán clavadas en su dulce rostro.

¡Salve!, ¡oh, Fénix de hermosura! Madre del Divino Amor. Ella presidió la solemne novena en su honor. Durante más de una semana tuvieron lugar encuentros percheleros de emoción, de antiguos vecinos de corralones que encuentran en la Virgen marinera el timón que conduce sus vidas. De tu pueblo, a los pesares tu clemencia dé consuelo. En aquella Virgen que fuese coronada allá por 2004 los vecinos más ilustres del barrio se aferran mientras se agarran con fuerza a esa reja que custodia al ‘Chiquito’ y a su Madre del Gran Poder.

Fervoroso llegue al cielo, y hasta Ti, y hasta Ti, nuestro clamor. Desde el centro de la ciudad hasta Guadalmar, pasando por el El Palo, Pedregalejo, Olías, La Colonia de Santa Inés, Huelin, Puerto de la Torre, Virgen de Belén y Campanillas. Hoy muchos devotos vestirán de marengo para ir a su encuentro, a esa conversación veraniega en la que los sentimientos se desbordan por un único nombre: Carmen. ¡Salve!, ¡salve!, Estrella de los mares.

Estrella de los mares. Las aguas están en calma, al igual que nuestros corazones. Hoy brotará desde el océano el amor de unos submarinistas que ansían ver a la soberana imagen con los rayos de un sol de justicia. Un estandarte subido a una barca representará a todos aquellos carmelitas que acudieron a su llamada y ya gozan de su ternura de la forma más cercana. Torremolinos, Benalmádena, Los Boliches, Marbella, Manilva, Rincón de la Victoria, Torre del Mar y Nerja, el amor por la Virgen del Carmen viaja sin billete de retorno.

¡Salve!, por aquellas mujeres valientes que nos dieron la vida y hoy nos sonríen junto a Ella en su camarín de espuma marina. ¡Salve!, por aquellas que hoy luchan por su vida y se arrodillan a sus plantas para pedirle y suplicarle. Por esas mujeres valientes con raza y coraje que no abandonan a los suyos ni en la peor de las circunstancias. ¡Salve!, por aquellas vidas que están por venir y que iluminarán la vida con su risa inocente, sus manos podrán apretar, pero nunca ahogan, como Ella.

Porque muy pronto podrán seguir tus pasos todas esas almas que hoy irán a buscarte. Ese manto blanco volverá a ser el banderín perfecto para la formación musical que entonará tu Salve Marinera, el rastro de la arena se quedará patente en las calles de la ciudad a tu paso en procesión gloriosa tras tu embarque marítimo. Todo volverá, porque la Virgen del Carmen siempre permanece en silencio, pero en su escapulario se esconden las historias más hermosas de nuestra Málaga. ¡Salve! Y que viva la Virgen del Carmen.