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El Ayuntamiento rompe con la empresa de Mateos Gago y las obras se retrasan hasta después de la Semana Santa de 2020

Aspecto actual de la calle a la espera de la remodelación.

Aspecto actual de la calle a la espera de la remodelación. / Juan Carlos Vázquez

En suspenso la obra de peatonalización de la calle Mateos Gago. El Ayuntamiento aprueba este martes rescindir de mutuo acuerdo el contrato con la empresa adjudicataria de la obra, Grulop 21, por "las dificultades surgidas en los últimos meses". Los trabajos, que aún no han empezado, se posponen como mínimo hasta después de la Semana Santa de 2020. El acuerdo de la comisión ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo propone la devolución de la garantía a la empresa adjudicataria de las obras, fijada en 37.990 euros 

Desde Diario de Sevilla ya se informó a principios de mes de los nuevos retrasos de la obra por las "dificultades" con la empresa. El gobierno local ha confirmado ahora que la ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo iniciará un nuevo proceso para la licitación del proyecto y proceder así a una nueva adjudicación. 

Tal y como ya avanzó esta publicación, unas "dificultades" con la empresa adjudicataria que se llevó el concurso municipal con una oferta de 919.364 euros (IVA incluido), han provocado que el Ayuntamiento mantenga en suspenso una actuación muy esperada en una de las calles más emblemáticas y transitadas de la ciudad, tanto por turistas como por residentes.

La intención del Ayuntamiento era empezar las obras de remodelación tras la pasada Semana Santa. Esta planificación municipal no fue aceptada por el contratista, que alegó que no tenía capacidad para empezar en verano ya que los costes laborales eran superiores y que, además, tenía desviado el personal a otras obras. 

En este sentido, la empresa alegó que los trabajos deberían haber empezado antes al haberse formalizado el contrato el pasado mes de noviembre. El Ayuntamiento no contemplaba esta posibilidad puesto que las obras tendrían una incidencia directa sobre la Semana Santa, algo que se quería evitar a toda costa al ser Mateos Gago una vía principal.

Ante esta situación, ambas partes acordaron la rescisión del contrato. Antes del inicio de las obras el Ayuntamiento abrirá, de nuevo, una ronda de reuniones con residentes y comerciantes para planificar los trabajos.

Las obras no han empezado pese a estar previstas para después de la pasada Semana Santa

"Es un proyecto irrenunciable para este gobierno que tenemos que acometer contodas las garantías y de la mejor forma. Es una dificultad sobrevenida, pero que nova a impedir que se lleve a cabo una inversión estratégica para la movilidad y eldesarrollo urbanístico del Casco Antiguo", ha explicado el delegado de Hábitat Urbano,Cultura y Turismo, Antonio Muñoz.

Las obras se anunciaron incicialmente para después de la Semana Santa de 2018, aunque en la Navidad previa se puso en marcha el plan de restricción de tráfico. La fecha para el comienzo de los trabajos se aplazó, ya que la Gerencia no adjudicó el proyecto hasta octubre de 2018. Entonces, se anunció el comienzo para después de la Semana Santa de 2019.

Como ya adelantó este periódico, unas dificultades que han surgido con la adjudicataria son las causantes de que la reforma de la vía no haya arrancado todavía. Fuentes municipales explicaron entonces que se estaba trabajando para encontrar una solución que llega este martes en forma de rescisión del contrato y la apertura de un nuevo proceso para la adjudicación de la obra.

La Gerencia de Urbanismo recibió 37 ofertas para hacerse cargo de los trabajos, adjudicándose en octubre del pasado año a Grulop 21 S.L., por un impote de 919.363,95 euros (con impuestos).

El proyecto de reurbanización comprende una transformación integral de la calle Mateos Gago, para que cuente con un firme de plataforma única, marcado por un carril central de 3,1 metros de anchura reservado en principio a los transportes públicos y de urgencia, el acceso a los garajes privados y los vehículos de abastecimiento.

A partir de ese carril central, el diseño contempla bandas peatonales de dos metros de anchura a ambos lados. Los veladores de los negocios hosteleros quedarán alineados en una franja longitudinal ceñida a la hilera de árboles de cada uno de los lados y un espacio peatonal más hasta las fachadas de los edificios.

La reordenación de la calle no incluía en principio plazas de estacionamiento, aunque finalmente contará con una banda de aparcamiento en línea en uno de sus tramos.

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