La lesión que padeció en el muslo Adriano reviste más gravedad de lo que se pensaba en un principio. Lo que parecía que era una simple elongación muscular es en realidad una rotura fibrilar en el bíceps femoral, según la resonancia magnética a la que fue sometido ayer el futbolista. Incluso Manuel Jiménez, tras la victoria en Stuttgart, confiaba en que en dos o tres días estuviera en condiciones de competir el polivalente futbolista de Curitiba. Pero el parte médico ofrecido por el club habla de, al menos, cuatro semanas de baja.

Adriano sufre una "rotura miofascial de bíceps femoral", según aseguraba la web del club, y su baja se estima en un mes "siempre en función de la evolución de la lesión, porque la intención es recortar en lo posible el periodo de recuperación". Lo peor del caso es que en este periodo, el Sevilla tiene un apretado calendario, de modo que, hasta el 24 de noviembre, cuando se cumple aproximadamente su periodo estimado de baja, jugará hasta ocho partidos oficiales: cuatro de Liga, dos de Copa y dos de Champions. En el mejor de los casos, según esta previsión, el futbolista podría reaparecer para el Sevilla-Málaga, fijado el 29 de noviembre.

No es la primera vez que Adriano sufre una lesión de este tipo, si bien hacía un par de años que no se veía afectado por una rotura fibrilar de tan largo alcance. En la campaña 2006-07 ya se perdió muchos encuentros debido a sus problemas musculares. Posteriormente, ha tenido otros problemas fibrilares, pero hacía tiempo que no tenía una rotura cuya recuperación requiriese tan largo periodo de baja.

El futbolista incluso había mejorado su dieta alimenticia para prevenir este tipo de lesiones, muy habituales en él debido a su fisonomía, de fibra ancha, corta y potente. Además, estaba siendo uno de los jugadores más utilizados por Jiménez, que ya lo ha ubicado en las cuatro posiciones en las que puede rendir, los dos laterales y los dos extremos. Su ausencia en la nueva fase dura del calendario es un serio inconveniente.