Pudo acabar como líder y todo hubiese sido alegría, pero el empate ante el Racing dejó en quinta posición al Sevilla y, de paso, despertó de nuevo a las voces que piden desesperadamente un cambio de entrenador en el banquillo. Antonio Álvarez ni quiso pronunciarse al respecto. "Paso de esa pregunta, en estos momentos está fuera de lugar", dijo el técnico en el inicio de la rueda de prensa.

No obstante, el técnico marchenero quiso reconocer la realidad de una nueva decepción en el Sánchez-Pizjuán. "Este resultado es muy duro para nuestros intereses, y más siendo en casa. De todas formas creo que el equipo ha trabajado muy bien y ha buscado el triunfo, siempre sin desmerecer al Racing".

Álvarez, bombardeado a preguntas por la mala imagen mostrada por el equipo en los partidos de casa, explicó la situación. "El equipo viene arrastrando dos resultados malos y está más atenazado de lo normal cuando juega en casa. Es muy difícil encarar los partidos con tanta ansiedad como lo hacemos". Por ello, el técnico abogó por una solución entre las partes: " Si la gente se quita la presión, estoy convencido de que el equipo está capacitado para poder competir. Faltan cosas, autoconfianza, es verdad, pero voy a trabajar con ellos porque confío en el grupo que tengo".

Con ello, el entrenador sevillista no quiso quitar el privilegio de soberanía a la parroquia. "El publico pita porque no está conforme, está en su derecho. Yo no quiero que lo hagan, aunque hay que reconocer que esta afición apoya durante todo el encuentro para dar su opinión al final".

También Luis Fabiano fue tema de conversación después de ser incluido a última hora en la convocatoria tras la baja de Kanoute. "No he tenido ninguna charla especial con él. Se ha incorporado a la concentración, como uno más, sólo eso".

Para concluir, Álvarez lanzó un mensaje de esperanza: "Es mi plantilla, y es la mejor. La pizarra, quizás, esté gastada, pero tenemos que ser realistas y ponernos a trabajar para preparar el próximo partido ante el Hércules".