Después de días esperando la incorporación definitiva de Ciro Immobile como nueva punta de lanza del Sevilla, al fin se vistió de corto en Nervión. El delantero italiano llegaba a la rueda de prensa acompañado de un presidente y un director deportivo con aires distendidos, sabedores de que con esta llegada complacían las exigencias de Emery.

El nuevo jugador blanco, con un aceptable castellano a veces, despachó las preguntas y afirmó que, a pesar de llegar en calidad de cedido, espera quedarse "algunos años" en la capital hispalense. "No me gusta mucho cambiar y espero encontrar una familia en este equipo", añadió.

El ariete napolitano, que llega para cubrir la vacante que dejó Carlos Bacca, mostró su entusiasmo por recuperar su mejor nivel en un "equipo importante" como el Sevilla, tras una temporada gris en el Borussia Dormund, en la que apenas marcó una decena de goles en 32 partidos. "Para mí es un año importante, porque el año pasado no fue bueno. Es bello jugar la Champions, y la Liga BBVA es un campeonato nuevo para mí. Espero hacerlo bien", expresó.

Así, con el antecedente del colombiano, Immobile admitió que el futbolista del Milan "ha jugado muy bien aquí y ha marcado muchos goles" y que supone cierta presión, aunque no quiso precisar una cantidad de tantos como objetivo: "Número no digo nunca. El año pasado hice en Liga de Campeones cuatro goles y espero poder marcar un número importante de goles. Cuantos más, mejor".

Por su parte, el director deportivo del club, Monchi, manifestó que el nuevo goleador del Sevilla concentra todas las habilidades que habían precisado para el puesto de delantero y que supone el "complemento perfecto" para Gameiro. "Su trayectoria la conocemos desde hace mucho, mucho tiempo y estamos convencidos de que reúne las características que el míster quiere".

La pasada temporada, Immobile no cuajó en el vestuario del Dortmund, donde no encontró calor para integrarse y triunfar en la Bundesliga. De ahí su esperanza: "Monchi me ha dicho que (el equipo) es como una familia".