El derbi sevillano

Goles de todos los colores

  • Adrian Wojcik, el último que cruzó la acera, sueña con estrenarse como sevillista con el recuerdo del 'hat trick' que firmó como bético "Puerta nos hizo entender mejor la rivalidad", dice

No es el primero ni será el último que cambie el color de su camiseta, pero ya por eso entra en ese reducido grupo de futbolistas que tiene sensaciones especiales, distintas a las de todos los demás, en una semana como ésta. Adrian Wojcik Kosela (Benalmádena, 24-5-94) cruzó la acera el pasado verano y -ventaja de estos elegidos- cambió de equipo sin variar de ciudad. El delantero de origen polaco obtuvo la carta de libertad del club en el que llegó desde el Fuengirola y fue un eterno rival, en este caso el Sevilla, el que le abrió las puertas.

Este espigado punta es el hombre gol del Sevilla C, aunque casi debutó antes con el Sevilla Atlético por las bajas del filial a comienzos de temporada, pero su pasado, bético y reciente, está ahí. "Es una semana importante para los dos clubes y para las dos aficiones. No hay favoritos en estos partidos y aunque el Sevilla vaya primero y el Betis el último, no se sabe nunca qué puede pasar", relata consciente del giro que ha dado su carrera desde que llegó al Betis hace cuatro años junto a "dos grandísimos amigos", Álex Barrera, sobrino del malogrado Juan Gómez, Juanito, y Pablo Ganet (ahora en la cantera del Málaga).

Wojcik no ha disputado aún ningún derbi con la camiseta del Sevilla y sueña con hacerlo en uno de Primera División. "Ojalá un día pueda debutar en el Sevilla y pueda jugar uno". El deseo que pronuncia en voz alta le trae al recuerdo -porque estas cosas marcan- los tres goles que anotó en un derbi de juveniles con la camiseta del Betis. Fue en Liga Nacional en terreno sevillista y dos de ellos fueron en el tramo final del partido cuando, con 3-1, parecía que los puntos se iban a quedar junto a la carretera de Utrera. Tres tantos que dispararon su autoestima, uno con la derecha, otro con la zurda y un tercero de cabeza, alguno de bellísima factura. "En ese momento sentí mucha alegría, como es normal. Marcar tres goles en un derbi no se hace todos los días. Pero ahora estoy centrado en el presente y estoy muy a gusto en el Sevilla", aclara un delantero que destaca por su velocidad y su excelente golpeo con ambas piernas.

Varado ahora por una lesión leve, ha puesto firma a cinco tantos en el Sevilla C de Chesco, tres de ellos de una tacada en Ayamonte, y está agradecido al club de Nervión por la confianza que ha depositado en él, aunque entiende que habría que desmitificar de alguna manera que un futbolista, sobre todo de cantera, dé el salto de un club a otro. De hecho, esta misma temporada otros (Iván Navarro, Borja...) lo han hecho al haber eliminado el Betis a uno de sus equipos base: "Es un paso muy grande el que he dado, la verdad. Pero están apostando por mí y lo que me queda es demostrar que no se han equivocado".

En esto la figura de Antonio Puerta, bajo cuyo monumento se realiza la entrevista, ha servido para normalizar las relaciones. "Gracias a él creo que la gente se ha dado cuenta de que la rivalidad no tiene que ser tan extrema. Cuando yo opté por venir al Sevilla en las redes sociales no hubo quejas. Me dieron apoyo en todo momento y eso me animó a seguir adelante con la decisión".

Aparte de amigos, Wojcik guarda muchos buenos recuerdos de su paso por el Betis, aunque no tanto de la última temporada. "Los dos primeros años fueron muy buenos, en el último yo tampoco estaba muy bien ni física ni anímicamente. No contaron mucho conmigo y ellos pues... tendrían sus dudas. Ahora estoy encantado de estar en el Sevilla y yo a ellos no tengo nada que demostrarles, no les guardo ningún rencor", advierte.

Hijo de padres polacos, poco a poco va cumpliendos sus sueños, como el que vivió también al final de la campaña pasada, cuando fue convocado por la selección sub 19 de su país de origen. "Fue una experiencia única. Debutar con tu país y hacerlo encima con un gol es para que no se te olvide jamás. Luego tuve una lesión en el isquio y no fui a los siguientes entrenamientos previos al Europeo", lamenta un delantero que sabe lo que es marcar goles de todos los colores posibles en esta ciudad, en rojo y en verde.

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