El Sevilla FC y el Real Betis evitarán que sus sesiones de entrenamientos el día del derbi, que disputarán el próximo 24 de noviembre en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, se desarrollen a puerta abierta por motivos de seguridad, según se ha anunciado tras la reunión de seguridad para este partido. En citas parecidas de anteriores temporadas, ambos clubes hispalenses habían previsto entrenamientos a puerta abierta el día del encuentro, con lo que se formaban esa mañana concentraciones de aficionados que podían derivar en problemas de orden público. Para evitar esa posibilidad, el Sevilla FC ha anunciado que ha aceptado la indicación y que no podrá desarrollar, tal y como estaba previsto, el entrenamiento matinal del domingo en su estadio a puerta abierta.

Para este derbi, declarado de alto riesgo por la Comisión Antiviolencia, se ha celebrado  una reunión de la junta de seguridad local en el Ayuntamiento de Sevilla a la que han asistido, entre otros, el alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido; la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo; y los presidentes del Sevilla y del Betis, José María del Nido y Miguel Guillén, respectivamente. El alcalde se ha felicitado del esfuerzo que hacen ambos clubes para que el derbi sea una fiesta y que todo transcurra con normalidad y ha deseado que todos acudan al estadio "cada uno con sus colores, con ilusión y pasión".

Serán unas cuatrocientas personas, entre la Policía Nacional, Policía Local, Proyección Civil y Bomberos, las que formen el dispositivo de seguridad. La medidas a adoptar son las habituales en este tipo de partidos, entre las que se incluye que los béticos que acudan en grupo al derbi -el Sevilla ha facilitado al club verdiblanco 1.300 entradas- serán escoltados por la Policía Nacional desde las inmediaciones del Benito Villamarín y estarán aproximadamente una hora antes del partido, fijado para las 21.00 horas, en el Sánchez Pizjuán.