Borussia Mönchengladbach - Sevilla · la previa

Con la adrenalina a mil

  • El Sevilla apela al recuerdo de anteriores citas, como Gelsenkirchen, Donetsk o Valencia, vitales en sus tres títulos europeos, para compararla con esta vuelta frente al Borussia.

Cita para el Sevilla con el cariz muy próximo a una final. Está claro que el partido de hoy en la gris región de Renania del Norte-Westfalia no tendrá el voltaje de los disputados en su día en Eindhoven, Glasgow o Turín, pero para llegar a esos momentos cumbres siempre quedaron por el camino estaciones intermedias como Gelsenkirchen, Donetsk o Valencia, por adjudicarle a cada título un desplazamiento con la adrenalina a tope. Mönchengladbach y el Borussia, por tanto, sólo equivalen a una clasificación para los octavos de final de la Liga Europa, pero, ojo, que ésta es una de esas pruebas complicadísimas que deben ser superadas para gozar después de los momentos de gloria. Está en juego, pues, la opción de pelear la cuarta Liga Europa y el examen no puede ser más duro.

El primero de los enfrentamientos de este cruce está tan cercano en el tiempo que no hace falta ni siquiera tirar de memoria para consensuar de manera unánime las dificultades del envite. El Borussia Mönchengladbach ya demostró sobre el césped del Sánchez-Pizjuán que su potencial es elevado, que es un equipo con muy buen manejo del balón en el centro del campo y al que sólo le falta, no siempre, un mayor acierto en ataque para trasladar al marcador lo mucho que genera desde atrás. Eso le da para ser tercero en una Bundesliga en la que caminan por detrás de él escuadras como Bayer Leverkusen, Schalke 04 o el mismísimo Borussia Dortmund, que están participando en la actual Liga de Campeones.

Pero el Sevilla se ha traído hasta aquí una renta importante gracias al gol de Iborra tras la fenomenal jugada entre Pareja y Figueiras. ¿Será suficiente ese uno a cero de la ida? Eso no lo podría contestar ni el más certero de los augures, pero, de momento, sí parece una ventaja considerable cuando se enfrentan dos escuadras de un nivel tan parecido. Porque conviene precisar con prontitud que el Sevilla no es inferior al Gladbach a pesar de lo que pareció en la primera mitad de la ida ni tampoco el cuadro alemán se siente menos que los nervionenses por mucho que en el último tramo del acto inicial hasta pudiera encajar algún tanto más en el Sánchez-Pizjuán.

Basta con el repaso de los futbolistas de uno y otro para entender que el potencial futbolístico es muy similar y que todo dependerá, pues, del rendimiento individual de muchos de los elementos que se ponen en danza. También, por supuesto, del colectivo, ya que el planteamiento de Unai Emery será fundamental, por ejemplo para equilibrar las fuerzas en el centro del campo. Y ahí surge la primera de las grandes incógnitas respecto a lo que se pueda ver esta tarde en el enfervorizado Borussia Park. ¿Estarán Reyes y Banega al mismo tiempo en el once inicial sevillista, tal y como sucediera en la ida, o las variaciones tenderán a un equipo más parecido al que acabara mandando en el Sánchez-Pizjuán cuando el lateral Figueiras ingresó en el campo por el interior Reyes?

La respuesta a esta cuestión es complicada, bastante, y tal vez ni el propio Emery tenga muy clara la solución para conseguir al mismo tiempo que los suyos tengan profundidad y fuerza en el centro del campo. En ese equilibrio, por supuesto, está el meollo de la cuestión, pero cómo resuelve la ecuación. A la hora de acercarse a la mente del técnico sí se puede acudir a la alineación que jugara en Anoeta para hacer algunas cábalas sobre el sistema de descansos que otorga el entrenador nacido en Fuenterrabía. En San Sebastián no participaron Pareja, Fernando Navarro, Krychowiak y el propio Reyes, además de Vitolo que ingresó en el campo en el intermedio debido a la desidia de Deulofeu. Dentro de que las combinaciones no pueden ser muchas por las diferentes lesiones, vaticinar que esos cinco futbolistas serán titulares no es motivo de otorgarle al periodista un premio por sus dotes de adivino. Ocurre, sin embargo, que Pareja sigue arrastrando problemas musculares y queda la duda de si Emery lo forzará u optará por una vía más conservadora ante el riesgo de perderlo en el minuto 30.

Respecto a lo dicotomía entre Banega y Reyes, parece que el argentino cuenta con ventaja en principio, aunque no esté claro ni en la mente del propio Emery. Reyes está más descansado, pero como en el fútbol cualquier teoría siempre cuenta con un argumento contrario, el rendimiento ofrecido por Banega en la segunda mitad de Anoeta y su capacidad para mover el balón cuando tiene espacios alrededor juegan a su favor.

Son algunas de las claves para descifrar un jeroglífico que, pese a las ausencias obligadas, parece más complicado que otras veces. Y por ahí iban todas las cábalas que hacían los expedicionarios que se montaron en un avión en el aeropuerto de San Pablo con destino a Düsseldorf. No de todos, por supuesto, dado que Emery, que sólo pide a los suyos que estén muy juntitos en todo momento, sí tendrá más claro el modo en el que quiere plantear la estrategia para salir con una sonrisa de Mönchengladbach.

Dentro de esa estrategia, y sin tener tanto que ver con lo que sucede dentro del terreno de juego, también el máximo responsable de la plantilla tiene muy en cuenta el aspecto de la motivación. Tanto que desde el mismo martes le dejaba claro a todos sus futbolistas la trascendencia de este Borussia-Sevilla cuando anunciaba la lista de expedicionarios. Como si se tratara de una finalísima, exactamente igual. Se exceptúa a Cristóforo y hasta el resto de los lesionados se subían ayer al avión para apoyar a sus compañeros en este complicadísimo reto. A Mbia, Coke, Iago Aspas y Beto, algunos de ellos con mucho peso dentro del grupo, los metía Emery para que hicieran una de esas tareas que difícilmente se pueden cuantificar a la hora de los balances. La intención, lógicamente, es provocar que todos, incluidos los más jóvenes, sean conscientes de que el Sevilla se juega algo parecido a una gran final.

Y para afrontar una cita de tanta trascendencia otro de los factores a tener en cuenta es el ambiente. Resulta llamativo que a Mönchengladbach le otorguen una población que no llega a los 300.000 habitantes y que tenga un estadio de fútbol que supera los 50.000 en el aforo. Pero más llamativo aún es que todas las localidades del Borussia Park para esta cita contra el Sevilla estén ya vendidas con muchos días de antelación. En total, serán poco más de 46.000 los aficionados que se darán cita hoy en el modernísimo estadio del Borussia para alentar a los suyos. Y entre ellos también estarán 300 gargantas de sevillistas dispuestas a dejarse oír, que pueden servir para alentar a los suyos hacia la clasificación.

Un último elemento igualmente trascendente es el árbitro. Será el croata Marijo Strahonja y de un balcánico cabe esperar cualquier cosa. Krychowiak, habrá que ver Pareja y compañía serán los encargados de que su presencia pase a un segundo plano.

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