Marcelino

"Si invito a comer a alguien, no lo hago a través de la prensa"

  • El asturiano señala que declinó la cita de Pepe Mel para almorzar "porque los caminos no fueron los directos y apropiados".

Como desde que llegó, Marcelino está siendo víctima de los malos entendidos en materia de la máxima rivalidad sevillana. Primero, una respuesta en la radio mal interpretada sobre los objetivos, el nivel o la exigencia de cada cual; luego un micrófono que no se cerró tras una entrevista y que recogió un chiste totalmente off the record y ahora una peculiar invitación a comer por parte de Pepe Mel declinada, según el asturiano, porque los caminos no fueron los directos y apropiados.

-¿Lo invitaría usted después del derbi, con el partido terminado?

-Sí, sí que lo invitaría. Pero yo, si invito a una persona a comer, no lo hago a través de la prensa o para que se entere la prensa.

-¿Está quemado con esto de la rivalidad? ¿Empezó todo con esa frase que le adjudicaron sobre que el Betis no tenía nivel para competir con el Sevilla?

-Es que no fue así. Fue una interpretación malintencionada con el ánimo de hacer daño a una persona. Yo lo que dije es que no creía que se le deba exigir lo mismo al Betis que al Sevilla. Lo dije antes y lo digo ahora y estoy tirando piedras contra mí con esta aseveración. Pero intento ser objetivo y coherente. Y ahora también lo pienso: no se le debe exigir igual. Y lo digo desde el máximo respeto a todos y cada uno de los profesionales, desde el máximo respeto a la afición, a la entidad y a todos los dirigentes. Se sacó que yo quería menospreciar al Betis y lo que dije es que no se le puede exigir igual. Cariño especial a alguno de ellos porque me tocó convivir con ellos (Juanma y Mario) y a todos los demás respeto y a toda la entidad.

-¡Usted ha dicho que no vive la calle en esta semana de derbi!

-Pero porque es lo normal en mí. No he cambiado el hábito para nada. El domingo salí a comer  con la familia porque están aquí mis padres, pero es una semana normal. En la calle no tengo una sensación diferente porque la piso poco. Bueno, fuimos a comer a un sitio en el que, como en todos lados, hay béticos y sevillistas y, bueno... estuvo gracioso (se ríe).

-¿Tiene amigos béticos?

-(Hace memoria). No, la verdad es que no. Ninguno. Aquí en Sevilla no.

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