Sevilla FC: planificación y traspaso de Pizarro

La operación salida se abre con Pizarro

  • El Sevilla admite el pago por plazos y cierra la vuelta del argentino al Tigres, recuperando casi lo invertido

  • Deben liberarse otras cuatro fichas para dejar hueco

Pizarro y Sarabia, ante los canteranos Luismi y Pejiño.

Pizarro y Sarabia, ante los canteranos Luismi y Pejiño. / víctor rodríguez

A falta de la tranquilidad que siempre da la oficialidad, Guido Pizarro hará las maletas, esta vez sí, para poner rumbo de nuevo a Monterrey. El Sevilla y el Tigres pactaron en la noche del martes, hora española, el traspaso del medio argentino, después de estar negociando hasta la madrugada. En la mañana de ayer ya quedó todo cerrado, aunque la diferencia horaria con México -siete horas- impidió confirmar la noticia con la directiva regiomontana, aún reticente a darle carta de realidad a la vuelta de Pizarro, todo un ídolo cuyo regreso frustrado en enero ya decepcionó a la afición felina. Sin embargo, este diario sí pudo confirmar que el acuerdo en esta ocasión no tiene vuelta atrás. José Castro aceptó los plazos que solicitaban los mexicanos y todo quedó cerrado a falta del intercambio de documentos.

Esas siete horas de diferencia impidieron darle oficialidad en la jornada de ayer y seguramente en la de hoy se concretará el traspaso. El Tigres fue subiendo la oferta inicial de cinco millones y medio hasta los ocho y medio. Y el Sevilla aceptó esa cifra después de que adquiriera el verano pasado a Pizarro por 8,7 millones. Es decir, que le pierde entre 200.000 euros y 300.000 solamente, aunque futbolísticamente sí se puede considerar que el fichaje está amortizado por la aportación del argentino con su participación en la temporada, pese a los vaivenes de la misma y a que la empezó con mucha más pujanza de la que la terminó.

La aceptación del pago en tres plazos ha sido clave. En enero, cuando todo estaba pactado, el Tigres solicitó lo que le negó al Sevilla en agosto, es decir, el pago aplazado. Y Castro prefirió quedarse con un jugador que con Berizzo había tenido continuidad y parecía que iba a seguir teniéndola con Montella, sobre todo por la carga de partidos del Sevilla entre invierno y primavera, por su larga trayectoria en la Copa y la Champions.

Pizarro ya expresó su deseo de volver a Monterrey, adonde quería regresar su familia, que echaba de menos México. Esa morriña y las dudas de Montella en Pizarro, por su apuesta en N'Zonzi y Banega como medios titulares, decidieron al argentino a volver a donde sigue siendo un ídolo. Su anhelo se verá cumplido, después de haber jugado 40 partidos oficiales en el Sevilla y haber marcado dos goles, uno trascendental en la Champions, pues significó el empate postrero en Nervión ante el Liverpool.

Pizarro deja libre la primera de las varias fichas que debe descontar Joaquín Caparrós de la inflada plantilla para ir dejando hueco a los fichajes que pretende hacer. No es un asunto baladí, puesto que el curso pasado el Sevilla se vio obligado a dejar sin ficha ni para la LFP a Carole, no inscrito en septiembre en Liga de Campeones. Y también tuvo que desinscribir de la Champions a Ganso cuando llegaron los refuerzos invernales. De éstos, Sandro, Layún, Roque Mesa y Arana, sólo permanecerán vinculados al club los dos últimos, el primero porque el Sevilla negociará su traspaso con el Swansea (rebajar la opción de compra), y el segundo porque es una apuesta de futuro. A no ser que se produzca una salida masiva de futbolistas de repente y que el Sevilla se replantee hacerles un hueco que ahora no tiene al delantero canario y al lateral azteca. Es complicado.

De las 26 fichas del Sevilla -vigentes hasta el 30 de junio-, y tras las salidas de Carole, Layún, Sandro y Pizarro, Caparrós se queda aún con 22 fichas y tiene que hacerles hueco al menos a cuatro fichajes. Tirando por lo bajo: portero, central, carrilero diestro y delantero. Su idea además es dejar la plantilla profesional en 21 ó 22, para hacerles hueco a cuatro o tres canteranos, según las salidas.

Hay candidatos claros, pero todo dependerá de un mercado que actualmente está muy parado. Sergio Rico ya ha consensuado tácitamente que lo mejor para su carrera es una salida, tras la fatiga anímica que sufrió en la segunda vuelta. Ganso no tuvo ya sitio el curso pasado, ni con Montella ni con Caparrós. Correa quedó muy señalado en los cuatro últimos partidos. Carriço ha pasado prácticamente dos años en blanco. Y Nolito no tendría mucho sitio en un sistema, el de Machín, en el que sí quieren hacerles cabida los técnicos a Franco Vázquez, Ben Yedder y hasta a Muriel como acompañantes del 9 de referencia. Más o menos, ésos son los candidatos. Pero luego es el mercado el que manda y puede ser que las ofertas de verdad, con amenaza de pagos de cláusulas, lleguen por quienes desea retener el club. Es la ley del fútbol hipermercantilizado.

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