Diego Rodríguez fue destituido ayer como entrenador del Sevilla Atlético tras su nefasta trayectoria al frente del filial, cargo al que que accedió la pasada campaña como sucesor de Fermín Galeote y con el aval de su amistad con el presidente, José María del Nido, el mismo que accedió a seguir las indicaciones de sus responsables técnicos para poner punto final a una pésima etapa en el filial.

El técnico tinerfeño, que dejó el Sevilla C para reflotar un filial que estaba en camino de caer a la Segunda División B tras su paso por la categoría de plata en la brillante etapa de Jiménez, deja al equipo en puesto de promoción de descenso a Tercera. Con Diego, el Sevilla Atlético sólo fue capaz de lograr 7 victorias, arrojando un triste balance negativo con 13 derrotas y 5 empates, tres de ellos en casa. Además, el equipo nodriza nervionense es el menos goleador del Grupo IV, con sólo 19 tantos a favor. Pero lo que realmente era preocupante en el filial era la falta de identidad, ya que, ateniéndonos a la función que siempre se asigna al Sevilla Atlético, la aportación de efectivos para el primer equipo sí se cumplía con los debuts este año de Cala, Marc Valiente y Carreño. En cambio, piensan los técnicos que Diego no estaba teniendo una buena gestión de una plantilla que apenas estaba dando proyección a futbolistas con futuro y que la temporada pasada ganaron la Copa del Rey juvenil.

Ramón Tejada, precisamente el técnico que alzó ese título, dirige a partir de hoy al filial, acompañándole como ayudante Jesús Galván, que fuera futbolista del Sevilla y del Villarreal. Paralelamente, su puesto al frente del Sevilla C será ocupado por un ilustre del sevillismo, Francisco López Alfaro, que ya trabajó para la secretaría técnica y que tras una aventura en Cataluña estaba fuera del club. Según el Sevilla, Diego Rodríguez será recolocado en algún puesto dentro del organigrama técnico del club.