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¿Un problema menos?

  • La posible venta de Luis Fabiano, al que le queda sólo un año de contrato, liberaría al Sevilla de varias ataduras económicas y deportivas, entre las que se encuentra la obligación de jugar con dos delanteros

El Sevilla está a la espera de que la oferta que promete el Olympique de Marsella por Luis Fabiano se haga oficial porque, aunque llegaría a unos días del primer partido oficial con el perjuicio que conllevaría desprenderse de un futbolista de su calidad a estas alturas de pretemporada, significaría solucionar algunos problemas que tenía o tiene el Sevilla en cuanto a su funcionamiento económico y deportivo.

Nadie en la entidad nervionense olvida que Luis Fabiano roza los 30 años, que si no renueva con el Sevilla quedaría libre al final de la próxima temporada y que desde hace varios años sueña con la posibilidad de cambiar de aires, una aspiración que lleva manifestando públicamente desde varios cursos atrás. Con los rumores siempre sonando alrededor de su futuro y destinos como Milan, Chelsea, Manchester United, Manchester City, Tottenham, Real Madrid... la opción de que el brasileño vaya a salir este verano se empieza a ver como una posibilidad que, por la parte buena dentro de lo que siempre significa perder a un jugador de esa categoría, aliviaría varios aspectos.

Si el Olympique de Marsella desembolsa 15 millones de euros por su pase más otros tres de variables, como se habla en Francia, Del Nido no vería con malos ojos desprenderse del jugador, aunque habría que hacer la precisión de que el dinero ingresado por el Sevilla no sería el cien por cien de la venta, sino que ello estaría pendiente de la causa judicial abierta entre el club nervionense y el grupo RIO, que defiende que le corresponde actualmente el 65 por ciento de la propiedad de Luis Fabiano, al menos mientras dure su vinculación contractual con el Sevilla. Como Del Nido entiende que la FIFA sólo admite que la propiedad de los jugadores sea de los clubes y no empresas ajenas a ellos, la causa sigue su curso y en un momento dado puede fallar a favor del Sevilla y sentenciar que el valor de una venta de Luis Fabiano pertenece sólo a él y no sólo el 35 por ciento, como defiende RIO, y por el que abonó en 2005 3,6 millones de euros cuando llegó desde el Oporto.

Pero en lo deportivo una venta también llegaría a ser un alivio aunque parezca a simple vista todo lo contrario. Que Luis Fabiano se marche significaría liberar a Antonio Álvarez de la obliglación de tener que alinear a dos delanteros, algo que, para algunos, se ha demostrado que perjudica al funcionamiento táctico del equipo. Con Kanoute y Negredo en la plantilla, su presencia obliga siempre a que dos de ellos estén siempre en el once titular, con lo que el sistema defensivo se acaba resintiendo e incluso no llega a haber conexión entre el centro del campo y el ataque, también porque dos bandas tan abiertas hace que haya más espacios.

El Sevilla está esperando, pero ya rastrea el mercado pensando en otro tipo de delantero menos estático y que permita jugar bajo otros patrones tácticos, con mediapuntas con más movilidad y llegada y que a la vez pongan su grano de arena en el sistema defensivo. Los nombres de Loic Remy (Niza) y Kevin Gameiro (Lorient) se vinculan al Sevilla en la prensa francesa, que asegura también que el director general del Marsella, Antoine Veyrat, viaja a España para tratar de cerrar la operación, un traspaso que si se acerca a los 18 millones puede ser beneficioso para el Sevilla por muchas cosas. Su no presencia en la previa de la Champions puede dar la clave de una posible venta, ya que si jugara no podría hacerlo después en Europa con su nuevo club.

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