A 600 kilómetros de Nervión, donde mañana se concentrará la pasión, los directivos de las federaciones de peñas de Sevilla y Betis tienen hoy su especial partido de rivalidad. Celebran en Madrid una cena de confraternización que va más allá del ejemplo de la deportividad. Es un acto social con tres años de vida que, en esta ocasión, tendrá lugar en la capital de España, donde se celebra la VI Asamblea de Aficiones Unidas. Tendrán como anfitrión a un sevillano de Utrera, el regente de Casa Juan, que dejó el Asador Donostiarra para abrir su propio restaurante.

Escoltado por su vicepresidente, Alfonso Romero, Ramón Somalo, como presidente de la Federación de Peñas Sevillistas San Fernando, viajaba ayer en AVE camino de Madrid. "Es el tercer año consecutivo y es muy agradable. Nos hartamos de reír, es más informal que la reunión de las directivas, más del pique de la calle. Tenemos una relación muy buena. Cuando vamos a estos encuentros de Aficiones Unidas siempre pedimos que nos sienten en la misma mesa y hablamos mucho por teléfono". Ramón Somalo había quedado con su homólogo en la Federación de Peñas Béticas para viajar juntos en el AVE. "Aún no lo he localizado, nosotros vamos en el vagón dos. Si hablas con él dile de mi parte que si va en el último vagón...", sugiere con sorna Somalo, que aún no sabe que Juan de Dios Álvarez tuvo que partir una hora antes. "Pero volvemos el domingo juntos y estamos en el mismo hotel en Madrid. No sé en qué habitación estarán, porque si están un número más alto ya empiezan a coger fuerza y a decir que van por arriba...", replica el bético, de quien partió la idea hace tres años. "Nos conocíamos antes de un programa de televisión, de la radio, y les comentamos este evento de confraternización, la primera vez fue en el hotel Inglaterra. Decidimos hacerlo siempre".

Es el derbi bien entendido, una rivalidad que crea lazos de amistad. "El derbi nos ha unido -reconoce Ramón Somalo-. No te puedes reír más con él, es un personaje", dice de Juan de Dios Álvarez, que espera hoy en Madrid a su secretario para estar en igualdad numérica ante la previsible guasa. "Él es sevillista, sevillista, y yo, bético, bético, pero tenemos muy buen rollo, hay feeling y las bromas no sientan mal". "Es la forma que mejor refleja lo que ocurre en la calle, en Sevilla. Hay familias que tienen aficionados de los dos clubes, reuniones de amigos...; es lo que ocurre en los bares, la naturalidad del derbi, es algo extraordinario", dice Somalo de una realidad que encanta a Álvarez, que es de Aracena: "Es el derbi más apasionante de España. Yo soy un admirador de Sevilla porque en Sevilla te hablan del Betis o del Sevilla, hay familias enteras divididas en dos". Hoy también hay derbi en Madrid, un derbi que trasciende lo deportivo, como ocurre en Sevilla.