Pasarela Flamenca Jerez 2010

A la alta costura por los faralaes

  • Las colecciones de Amparo Macía, Curro Durán y Cañavate fueron las más sofisticadas de la jornada

Despliegue plástico. Propuestas de lo más variadas las que se vieron ayer al cierre de la III Edición de la ya tan nuestra, Pasarela Flamenca Jerez.

Nivelazo el que este año se ha paseado por el tablado de La Atalaya que, gracias al derroche de creatividad de sus ponentes, ha conseguido demostrar nuevamente, cómo el traje de gitana tiene unas posibilidades ilimitadas y absolutamente femeninas.

Broches puede haber muchos , pero Grupo Gálvez -organizador de de la muestra jerezana-, escogió bien sus postres.

Durante la mañana, Carmen Vega y Cañavate fueron los encargados de hacerse eco de las nuevas tendencias del real, mientras que la tarde le fue cedida a Amparo Macía -siendo ésta, la primera y última en mostrar sus dos repertorios-, a un jovencísimo y curtido en el sector Curro Durán, a Dionisio Sánchez, a la casa 'Faralaes' (que contó con las actuaciones en directo de Pilar Genil al cante y Lalo Tejada al baile) y a Ana Ricardi.

Vega, la primera de la mañana, presentó su colección con la añoranza de una niña grande. Un homenaje al color, que logró transportar al público 'Cerca del Arco Iris'. "Allí donde, según la leyenda, se encuentra la fuente de la eterna juventud, la felicidad y los grandes tesoros", explicó la diseñadora, cuyo cuadro flamenco resultó ser de lo más pintoresco, gracias a unas gitanas sumamente favorecidas y llenas de luz, enmarcadas con amplios escotes tipo barco y unas espaldas casi desnudas.

Su gran apuesta consistió en adherir los flecos al pecho y los hombros de las modelos. Como complementos, unos sencillos y largos collares de cuentas que fueron todo un guiño a los peculiares años veinte.

'Raíces' fue el nombre de la compilación presentada por Cañavate. Una miscelánea de propuestas elaboradas de forma sumamente artesanal, la que el polifacético artista -siempre abierto a nuevos conceptos- presentó, y que él mismo calificó como "clásica y atemporal".

Versado en el arte de vestir a las últimas generaciones de la copla, su antología fue una de las más esperadas, causando finalmente una gran expectación.

Con Amparo Macía llegó la diversificación, al presentar una obra del todo prolífica, fraccionándola en dos colecciones: 'Alegría' y 'Pasión'. Una primera en la que se centró en darle vida a los volantes y llenarlos de fantasía y color, entregándose a la comodidad de unas faldas amplias ; y una segunda en la que quiso hacer de la sofisticación su estandarte. La profesional, en un logrado objetivo por fusionar el flamenco con lo cosmopolita, quiso al igual que su compañero Curro Durán, rendirle una homenaje a al alta costura.

Si bien es cierto que en los últimos tiempos se vienen recogiendo controvertidas opiniones de las modistas flamencas más puristas, que insisten en la idea de no salirse de unos cánones estéticos determinados en lo referido a nuestra moda regional, aludiendo que una cosa es un vestido de faralaes, y otra bien distinta presentar en una pasarela de moda flamenca propuestas que encajarían mejor en Cibeles, sean más ortodoxas o no; lo que es innegable es que la pluralidad es siempre positiva y enriquecedora, y sí, se está apostando por la alta costura en el folklore andaluz.

Dicho esto, destacar de Macía su riqueza de tejidos, y lo vaporoso de sus prendas.

Curro Durán fue una de las estrellas del término de la edición, por conseguir elevar a sus flamencas a la categoría de divas, con unas composiciones tanto en los enteros como en los dos piezas, que mostraron a una mujer no exenta de libertad a la hora de ponerse de gitana.

Con unos escotes de espalda que dejaban lucir piel hasta la cintura sin ningún tipo de pudor, recordó a su público que los trajes a media pierna llegan a ser casi más sexys que los socorridos corte sirena, y que los blusones y chaquetas con hombreras son la última alternativa a la indumentaria folk andaluza. 'Atelier' -del francés, taller o costurería- fue por tanto la firme apuesta de Durán a la alta costura, desde el XVIII hasta nuestros días, y por ende, el gran protagonista de la jornada. Le siguió cronológicamente Dionisio Sánchez con su obra 'Tesoros de mi arriate', fiel reflejo de lo arriesgado de su propuesta. Destacar sus bellas composiciones en piezas de un eclecticismo supremo en las que aunó tejidos tan poco armónicos a priori, como las flores, los cuadros y las rayas, con unos resultados bastante sorprendentes. Metió tijera como nadie a los escotes espalderos -una querencia, por otro lado, que se está arraigando entre muchos diseñadores-, y fue el único que se atrevió a introducir en sus modelos el cuello halter, en el que resultó ser un repertorio lleno de glamour hollywoodiense con matices vanguardistas, gracias a lo geométrico y abstracto de sus atavíos.

Seguidamente, fue la sevillana firma 'Faralaes' la que hizo acto de presencia con su serie 'Ilusiones', adivinándose con ella unos planteamientos creativos, que tomaban como referencia el gran abanico de texturas y colores en que se inspiró la colección. La pasamanería y los abalorios jugaron un importante papel y los volantes canasteros adquirieron una vitalidad prácticamente perdida.

De Ricardi destacó su gusto por la recuperación de las líneas sencillas y armoniosas, sin que por ello se obviasen unos esmerados adornos efectistas en la que fue una de las propuestas más sólidas de la edición. siendo de las pocas agujas que quisieron darle un papel casi protagonista a la moda flamenca infantil.

Con su línea alegre y variedad de creaciones, sobre todo en lo referido al tratamiento del volante, fue una de las grandes de la jornada. Todo un redescubrimiento de los verdaderos orígenes del traje de faralaes el que nos regaló la modista con sus propuestas.

Al término de los desfiles, Ana Belén Morillo - responsable de la división de Modelos y Azafatas de Grupo Gálvez-, agradeció a los patrocinadores (Cajasol, Wella, Williams Humbert, Jerez Motor, Restaurante Trafalgar, Bodega Diplomático, Hotel Prestige Plaza Palmera, GHD, el Ayuntamiento de Jerez y Museos de la Atalaya), su incesante respaldo y apoyo en la tercera y más exitosa edición de Pasarela Flamenca Jerez.

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