Un hombre armado que hirió a un médico del Hospital John Hopkins, en Baltimore (EEUU), y después se atrincheró en el centro terminó por suicidarse tras matar a un familiar que estaba con él durante el pulso que mantuvo con la policía tras el incidente. El portavoz de la policía de Baltimore, Anthony Guglielmi, dijo a medios locales que ambos, agresor y pariente, fallecieron en la habitación del hospital en la que se habían hecho fuertes y que terminó sitiada por los agentes.

El suceso, ocurrido en el octavo piso del edificio principal del citado hospital universitario, obligó a las autoridades a evacuarlo y cercar buena parte de la zona que ocupa este centro sanitario, uno de los más prestigiosos de Estados Unidos. Sin embargo, el resto de las dependencias del centro sanitario, en el que trabajan más de 30.000 personas, no dejaron de trabajar durante la jornada.

De momento se desconocen los motivos que llevaron al hombre, de unos 30 años, a disparar contra el médico, ni tampoco por qué estaba con un familiar y se quitó la vida después de matarlo. El médico herido fue inmediatamente operado en el mismo hospital y su estado es crítico. No obstante, debido a la política de privacidad que impera en el Centro Hospitalario, no se ha dado a conocer ni el nombre ni la especialidad del doctor. Se sabe que las heridas de bala se localizaron en el abdomen y, a pesar de que está grave, su vida no parece que corra peligro, dijo el portavoz policial.

Todo el incidente se prolongó durante unas dos horas, en las que la tensión se propagó por el campus de esta Universidad en la que está ubicado el hospital.