El ministro de Fomento en funciones, Rafael Catalá, ha confirmado este viernes que se estaban realizando trabajos rutinarios de mantenimiento en la vía principal a la altura de donde ha descarrilado el tren Celta, unos trabajos que obligaban a los convoyes a desviarse a una vía provisional y reducir la velocidad.  Así lo ha señalado el ministro, que se ha desplazado hasta la estación de ferrocarril de O Porriño junto con responsables de Adif y el secretario y un técnico de la comisión de investigación de accidentes ferroviarios (CIAF).

 En todo caso, Catalá ha precisado que aún no se conocen las circunstancias exactas del accidente, esto es, si el maquinista siguió las indicaciones y redujo la velocidad o si las causas del siniestro fueron otras. Lo que sí ha confirmado el ministro en funciones es que el tren, un modelo diésel de la serie 592, pasó una revisión en profundidad en mayo, y otra menos minuciosa este mismo jueves en Oporto. "Tanto maquinista como tren tenían todas las certificaciones y garantías adecuadas al reglamento de circulación ferroviaria", ha asegurado.

Catalá ha afirmado que el Gobierno está "en plena coordinación" con la Xunta, el Ayuntamiento de O Porriño y "resto de instituciones" para dar asistencia a las víctimas y a los familiares de los fallecidos.  El tren operaba "en un convenio internacional", según ha expuesto, y se está iniciando la investigación, tanto por parte de la CIAF, como la judicial, ya que por ahora se desconocen "las causas" y "las circunstancias". 

A bordo, según ha apuntado el ministro, viajaban 63 personas más el maquinista y el interventor del tren. Cuatro han fallecido y 43 personas han resultado heridas y están siendo atendidas "en diversas instituciones sanitarias de la zona" -en concreto, en los hospitales Povisa y Álvaro Cunqueiro de Vigo y en el de Fátima-. Sobre la labor de la CIAF, ha recordado que se constituye "y empieza a funcionar" cada vez que hay un accidente. "Tendremos que recuperar las cajas registro para poder encontrar las causas", ha subrayado.

Oficinas de atención

Con todo, ha insistido en que "lo más importante" es "atender a las víctimas y a las familias de los fallecidos", y ha apuntado que se han creado oficinas de atención a ellos en O Porriño, Vigo y Oporto.  Así, ha abogado por centrarse en la asistencia sanitaria y psicológica y por "empezar a ofrecer servicios de indemnización y de los derechos a los que puedan tener acceso" los viajeros.   Rafael Catalá ha apostado por "cuanto antes esclarecer" los motivos del siniestro, pero ha insistido en que por ahora no se conocen, pese a tener la constancia de que "en la vía se estaban produciendo unos trabajos de mantenimiento que provocan que se realice un desvío y eso obliga a que haya una reducción de la velocidad".

Así, ha rechazado "especular con las causas", y ha precisado que los trabajos se realizaban en los enclavamientos y en los sistemas de seguridad de la vía, pero son "cotidianos" y "permanentes", por eso "existen las vías secundarias". "Son trabajos habituales de Adif que se realizan cotidianamente y llevan consigo unos avisos que tienen los maquinistas para que sepan que se están produciendo y que por tanto tienen que reducir la velocidad", ha remarcado.

Además, ha respondido a preguntas de los periodistas que los maquinistas que están prestando este servicio, españoles y portugueses, "han tenido una formación adicional" y "conocen los reglamentos", por lo que "tienen todo el conocimiento y toda la información". A mayores, ha dicho que el contacto lo mantiene también con Portugal, a través del cónsul de Portugal en Galicia y con el presidente de Comboios de Portugal. También intentó contactar con el ministro del ramo luso y ha hecho hincapié en que "desde el primer momento" ambos países tienen "máxima coordinación".