Sociedad

La muerte de Eluana acelera el debate sobre el testamento vital en Italia

  • El Senado italiano aprueba una ley que obliga a alimentar e hidratar a quien no pueda hacerlo por sí mismo.

La muerte de Eluana Englaro después de pasar 17 años en estado vegetativo y cuatro días sin alimentos ha sacudido Italia, que ahora espera los resultados de la autopsia del cadáver para esclarecer cualquier duda sobre las causas de su muerte. Lo que ha quedado claro es que el país necesita aprobar cuanto antes una ley sobre el final de la vida, debate que, teniendo en cuenta la disparidad de opiniones, promete ser largo e intenso.

A primera hora de esta tarde, el cadáver de la mujer fue trasladado de la clínica La Quiete de Udine (norte de Italia), donde pasó los últimos días de su vida, al hospital Santa María de la Misericordia, donde un equipo forense realizará la autopsia.

El médico encargado del examen, Carlo Moreschi, someterá el cuerpo a diversas pruebas, entre ellas la toxicológica, con el objetivo de despejar cualquier duda sobre las causas de la muerte. El hecho de que Eluana se encontrara en buenas condiciones físicas poco antes de la muerte hizo que algunas personas, empezando por los más altos cargos de la política, sugirieran la posibilidad de que los médicos que la atendían podían haber acelerado de algún modo su defunción.

Por su parte, la Orden de los Médicos de Udine puso en marcha un proceso disciplinar para averiguar si los médicos que el pasado viernes empezaron a suspender la alimentación a Eluana actuaron de acuerdo con la ley. Sin embargo, el presidente de la Orden, Luigi Conte, explicó que se trata de un procedimiento "rutinario". Asimismo, el fiscal general de Trieste, Beniamino Deidda, aseguró que "hasta el momento no tenemos noticia de que se haya cometido ningún delito". En cuanto a la directora de la clínica La Quiete, Ines Domenicali, negó estar arrepentida de haber acogido a Eluana. "He actuado en la legalidad, además del respeto a esta familia que lleva 17 años sufriendo", explicó.

Después de la autopsia, el cuerpo de Eluana será trasladado al cementerio de Paluzza, localidad cercana a Udine, donde será enterrada junto a su abuelo. La cuidadora de Eluana, Franca Alessio, detalló que la voluntad de la familia es incinerar el cadáver y bendecirlo en el marco de una ceremonia privada, reservada a la familia y a los amigos más allegados, en lugar de celebrar un funeral.

El padre de la mujer, Beppino Englaro, que ayer acogió la noticia entre lágrimas y pidió a los medios de comunicación que le dejaran solo, aseguró que está "algo mejor". A primera hora de esta tarde pudo ver a su hija en el hospital donde se realizará la autopsia del cuerpo. Según detallan los medios locales, el hombre habría acudido sin la madre, Saturna, que está gravemente enferma.

La familia no ha permitido que los medios de comunicación divulgaran ni una sola fotografía de su hija tal y como se encontraba en los últimos días de vida. Sin embargo, una periodista de la televisión pública italiana Rai pudo verla el domingo y relató que la experiencia había sido "devastadora" y que Eluana estaba "irreconocible" con respecto a las únicas imágenes que se han divulgado de ella, todas previas al accidente que sufrió cuando tenía 18 años y que la dejó en estado vegetativo.

El Senado prohíbe suspender la alimentación

Finalmente, el Senado italiano aprobó al día siguiente de la muerte de Eluana una moción en la que se prohíbe suspender la alimentación y la hidratación a los pacientes incapaces de valerse por sí mismos.

No cabe duda de que el caso de Eluana Englaro ha acelerado decisivamente el debate sobre la futura ley con la que el Parlamento italiano se propone regular el final de la vida. De hecho, incluso el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), el cardenal Angelo Bagnasco, destacó la necesidad de que Italia apruebe una "ley justa" sobre el testamento vital. Sin embargo, el debate promete ser tenso y delicado, dada la disparidad de posiciones que existe sobre la cuestión.

Por otro lado, el fallecimiento de Eluana logró calmar un poco los ánimos de los parlamentarios, que se habían acusado unos a otros por la deriva que había tomado el asunto. Mientras el centro derecha acusaba a quienes habían apoyado la muerte de Eluana de "asesinato", el centro izquierda denunciaba la "instrumentalización" del caso por parte del Gobierno.

Sin embargo, las manifestaciones que ambas partes habían convocado fueron finalmente pospuestas o anuladas por respeto a la familia Englaro, que en estos momentos llora la muerte de su hija. 

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