Gran Bretaña e Irlanda registraron el pasado jueves 26 el día más caluroso del año. Un informe advirtió sobre una ola de calor sufrida en 2003 que causó más de 2.000 muertes, y que podría convertirse en lo habitual durante el verano en el futuro.
"Charlwood en Surry ha alcanzado los 33,9 grados centígrados y es posible que tengamos aún más calor", tuiteó la agencia meteorológica nacional, Met Office.
La agencia anunció que se espera un aumento de la temperatura a los 36 grados en el sureste de Inglaterra, lo que superaría el máximo del año pasado, 34,5 grados.
Sin embargo, los miembros del Comité Auditor Medioambiental de la Cámara de los Comunes recordaron en un informe el récord histórico registrado en 2003 de 38,5 grados, advirtiendo que esas temperaturas podrían convertirse en algo normal en periodo estival para 2040.
Además, indicaron que se espera que el número de muertes relacionadas con el calor alcance las 7.000 anuales en los años 50 de este siglo, en parte a causa del envejecimiento de la población.
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