Sociedad

Rouco faculta a los curas de la JMJ para perdonar a las arrepentidas de abortar

  • El Vaticano "no está preocupado" por la manifestación contra la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid · La marcha finalmente pasará por Sol y será el día antes de la llegada del Papa

El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, concedió a todos los sacerdotes legítimamente autorizados para confesar durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) la facultad delegada de "remitir" la excomunión por aborto procurado el perdón a los fieles "verdaderamente arrepentidos". En un comunicado de la Archidiócesis, se argumenta que el fin es que todos los fieles que acudan a las celebraciones de la JMJ puedan alcanzar más fácilmente "los frutos de la gracia divina, que les abra las puertas de una vida nueva".

La nota explica que a quienes se levante la excomunión latae sententiae (automática para ciertos pecados graves) se le impondrá "una penitencia conveniente".

Fuentes del Arzobispado explicaron que pecados como el del aborto no pueden ser absueltos por cualquier sacerdote ya que solamente puede hacerlo el penitenciario de la catedral.

La Penitenciaría Apostólica concedió "indulgencia plenaria" a todos los fieles que participen devotamente en alguna celebración sagrada o acto de piedad en Madrid durante la JMJ, así como en su conclusión solemne.

En el caso de aborto, será así siempre que reciban el sacramento de la penitencia, estén verdaderamente arrepentidos, reciban también la sagrada comunión y oren por la intenciones de Su Santidad.

Además, podrán obtener "indulgencia parcial" todos aquellos fieles que, dondequiera que se encuentren, "eleven oraciones al Señor con el corazón contrito" durante los días de las celebraciones.

Por otra parte, la manifestación promovida por un centenar de asociaciones pro laicidad en contra de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud pasará finalmente por la Puerta del Sol y tendrá lugar el día 17 de agosto, un día antes de la llegada de Benedicto XVI. El recorrido acordado entre la organización y la Delegación del Gobierno en Madrid partirá y terminará en la Plaza de Tirso de Molina, tras pasar por las calles Doctor Cortezo, Plaza de Jacinto Benavente, Carretas, Puerta del Sol, Alcalá, Sevilla y Canalejas.

A este respecto, el Vaticano aseguró ayer que "no está preocupado" ni siente sorpresa por la convocatoria, ya que "en un país democrático la gente debe opinar libremente". Así lo afirmó ayer el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, quien afirmó que siempre que hay un viaje del Papa hay "manifestaciones de los que tienen una opinión diferente".

"Así lo hemos visto en Inglaterra y Malta", añadió, y se mostró convencido de la que la acogida del Obispo de Roma en Madrid "será óptima".

Lombardi aseguró que Benedicto XVI no va a hablar sobre la situación española específica durante la Jornada Mundial de la Juventud, ya que se trata de un acontecimiento internacional en el que España hace el papel de anfitrión.

El portavoz del Vaticano recordó que se trata del vigésimo viaje mundial de Benedicto XVI, el decimocuarto a Europa y el tercero a España, después de asistir a Valencia en 2006 y a Santiago de Compostela y Barcelona en 2009.

En Madrid, refirió Lombardi, habrá 450.000 jóvenes ya inscritos oficialmente, 800 obispos, 6.000 seminaristas y 14.000 sacerdotes y calcula que alrededor de un millón de personas participarán en la JMJ que comienza el día 16 de agosto y finaliza el 21.

El representante de la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores, Luis Vega, precisó que "no es una manifestación anti Papa" sino contra el modo en que se ha organizado su visita y la JMJ en general, así como para rechazar el dinero que el Estado destina anualmente a la Iglesia católica.

Vega, junto al que compareció en rueda de prensa el presidente de Europa Laica, Francisco Delgado, y el portavoz de Redes Cristianas, Evaristo Villar, explicó que al término de las negociaciones con la Delegación del Gobierno que ambas partes se levantaron "con una sonrisita" porque consiguieron algo: las organizaciones, iniciar y terminar la marcha en Tirso de Molina pasando por Sol y, el Ejecutivo, que tuviera lugar en un día sin actos previstos y previo a la llegada del Pontífice.

"Aquí quien ha ganado es la democracia", destacó Vega, para incidir en que "no se puede permitir que se prohíba una manifestación impulsada por un montón de asociaciones, como Ecologistas en Acción o Izquierda Unida, que son democráticas, ni tiene sentido pensar en prohibirla".

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